Washington. Las imágenes y testimonios están por todas partes, y mientras las menciones al tema se multiplican, también crece el desconcierto y rechazo interna y externamente. La política antiinmigratoria de Estados Unidos que separa a los niños de sus padres para meterlos en jaulas cuando llegan a la frontera de ese país ha dinamitado reacciones en naciones como El Salvador, México, Guatemala y Chile.
Aunque el gobierno de Donald Trump sigue justificando su decisión -solo el martes el mandatario dijo que si no separa a los niños de sus padres no le quedaría más que “abrir las fronteras”- su política también ha despertado indignación entre políticos nacionales y extranjeros, usuarios de redes sociales y medios de comunicación.
Derechos humanos
Esa política “conlleva a una violación de los derechos humanos, así como a un aumento de las vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes”, dijo el gobierno de El Salvador en un comunicado, mientras que el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, aseguró que planteó el asunto el lunes durante una reunión con el secretario de Estado, Mike Pompeo, en Washington. Según expresó, esta política viola el principio universal de los intereses de los menores.
Por su parte, el gobierno de México condenó la separación de familias migrantes en Estados Unidos y consideró que es resultado de una política “cruel e inhumana”. El canciller Luis Videgaray informó en un mensaje a la prensa que el gobierno mexicano ya envió una nota diplomática con sus reclamos.
“No podemos ser indiferentes ante un hecho que claramente representa una violación a los derechos humanos y que pone en situación de vulnerabilidad a niños menores” , señaló. Aseguró que hasta ahora solo han identificado a 21 niños mexicanos separados de sus padres, cerca de 1% del total.
A su vez, la canciller de Guatemala, Sandra Jovel, informó que han recibido informes de al menos 465 niños guatemaltecos que han sido separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos. La diplomática acotó que las autoridades de su país están en proceso de confirmar el número y funcionarios consulares tratan de identificarlos.
Asimismo, el canciller de Chile, Roberto Ampuero, afirmó que Chile no cree en la política de “tolerancia cero” de Estados Unidos. “Nosotros creemos que ningún niño debe ser separado de sus padres”.
Las defensorías de México, Colombia, Ecuador, Honduras y Guatemala pidieron de manera conjunta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares, es decir, que interceda para que Estados Unidos deje de separar a miles de niños de sus padres por haber cruzado la frontera sin documentos.
Las autoridades estadounidenses han informado que 2.342 menores fueron separados de sus padres después de que fueron detenidos por tratar de ingresar ilegalmente a Estados Unidos entre el 5 de mayo y el 9 de junio. En la actualidad, el departamento de Salud y Servicios Humanos tiene bajo su cuidado nada menos que 11.700 niños y menores de edad extranjeros, retenidos en unos 100 albergues distribuidos en 17 estados del país.
El frente interno
Buscando apaciguar a su propia bancada en el Congreso, claramente incómoda ante el imparable escándalo por lo que está sucediendo, Trump mantuvo con ellos una reunión de 45 minutos. Más allá de la furia indisimulada de los legisladores de la oposición demócrata, los propios republicanos no esconden el malestar con la creciente controversia y las justificaciones esgrimidas hasta ahora por el gobierno.
“Señor presidente, ¿no tiene acaso hijos? ¿No tiene acaso hijos, señor presidente”, gritó Juan Vargas, diputado de la Cámara de Representantes, cuando Trump salía de la reunión con sus aliados republicanos.
”¿Le gustaría que lo separaran de sus hijos?”, agregó Vargas.
El presidente se limitó a darse la vuelta y saludar sonriente las cámaras, ubicadas detrás de la media docena de legisladores demócratas que levantaban fotos de menores en llanto y pancartas con el eslogan “Las familias deben permanecer unidas”.
Trump pretendía discutir con su bancada republicana las opciones que se analizan para hallar una salida a la situación.
El mandatario y altos funcionarios ya dejaron claro que el gobierno no pretende retroceder en su política de separar familias arrestadas al ingresar clandestinamente al país, a pesar del ya ensordecedor coro de críticas indignadas por semejante iniciativa.
“Yo no quiero niños siendo retirados de sus padres. Pero cuando buscamos procesar a los padres por venir aquí ilegalmente, algo que se debe hacer, hay que separar a los niños”, dijo el mandatario en un discurso ante pequeños empresarios.
Un grupo de nada menos que 75 exfiscales que actuaron bajo gobiernos demócratas o republicanos divulgaron una carta en la que pidieron el cese inmediato a la práctica de separación familiar.
Diversos sondeos ya muestran el rechazo mayoritario de los ciudadanos estadounidenses a esta situación, en un cuadro que podría claramente tener efectos en las elecciones legislativas de medio término.
Algunos líderes empresariales criticaron la decisión del gobierno. Los grupos de cabildeo conservadores se unieron a la crítica.
The Business Roundtable, organización que incluye a los directores generales de Walmart Inc., General Motors Co., Boeing Co. y Mastercard Inc., entre otros, exhortó al gobierno de Trump a poner fin a esta política migratoria.
De igual forma lo hizo la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la cual representa a más de tres millones de pequeñas y grandes empresas. “Sin duda, una nación tan grande, tan generosa y compasiva como Estados Unidos puede encontrar la manera de no separar a los niños de sus padres en la frontera. Si no podemos llegar a un acuerdo en eso, no podemos estar de acuerdo en nada”, aseveró Thomas Donohue, el presidente de la cámara y director general, en un comunicado.
En tanto, varios legisladores demócratas visitaron centros de acogida de niños separados de sus familias en la frontera y expresaron su furia al encontrarse con que los menores son mantenidos en instalaciones divididas en “jaulas” de vallas metálicas en una bodega en Texas.
Trump culpa a demócratas
El gobierno se aferra con firmeza al argumento de que la separación familiar es resultado de la ley vigente, y que los legisladores demócratas son los responsables por esta situación, al negarse a votar una ley de reforma del sistema migratorio. ”¡Los Demócratas son el problema!”, escribió Trump en su Twitter antes de reunirse con su bancada.
Según el presidente, a los demócratas “no les importa la criminalidad y quieren inmigrantes ilegales, no importa cuán malos puedan ser, para inundar e infectar nuestro país, como el MS-13”, en referencia a la Mara Salvatrucha.
Los republicanos controlan las dos Cámaras del Congreso, pero Trump responsabiliza a los demócratas porque en el Senado precisa de 10 de sus votos para que una ley resulte aprobada.
En la actualidad, en el Congreso circulan dos proyectos de ley relativos a la cuestión migratoria.
El primer proyecto es claramente de ‘línea dura’, apoyado por los sectores más ultraconservadores, y el segundo es considerado de “compromiso” con los demócratas.
Este último proyecto pone fin a la separación de familias, protege de la deportación a aquellos inmigrantes llegados al país en su infancia (los llamados Dreamers), aumenta el presupuesto de defensa fronteriza y reduce las cuotas de inmigración legal.
Este martes, sin embargo, los gobiernos de Colorado, Nueva York, Maryland y Massachusetts se negaron a enviar tropas de la Guardia Nacional a la frontera sur.
“No seremos cómplices de esta tragedia humana”, dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.