Washington. Con cinco mítines en igual cantidad de estados clave, el presidente Donald Trump imprimió un ritmo frenético a su campaña en un intento por alcanzar, a dos días de los comicios, a su rival demócrata en la carrera por la Casa Blanca, Joe Biden, quien este domingo concentró sus fuerzas en Pensilvania.
“¡Vamos a ganar cuatro años más en nuestra magnífica Casa Blanca!”, manifestó el candidato republicano, quien se postula a la reelección, ante un mar de gorras rojas con la leyenda Make America Great Again (Hacer Estados Unidos grande otra vez) en Hickory, Carolina del Norte, en su tercera parada.
Biden, por su parte, estuvo en Pensilvania rodeado de líderes religiosos, para movilizar a los votantes de este otro estado clave.
“¡Dos días más! En dos días vamos a poner fin a esta presidencia que ha dividido a nuestro país”, dijo Biden, que también subrayó el papel decisivo jugará este estado en los comicios.
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“La última vez (en el 2016), Donald Trump ganó Pensilvania con una ventaja de solo 44.000 votos” de más de 6 millones de votos, recordó. “¡Cada voto cuenta!”
A sus 74 años, a un mes de haber contraído covid-19 y tras cientos de reuniones de campaña, el mandatario no muestra ninguna señal de cansancio en su carrera por conseguir un segundo mandato y realizó un recorrido de más de 3.500 km este domingo.
En su primera escala en Michigan, Trump recibió los halagos de sus seguidores que se congregaron pese a la nieve, con abrigos que lucían prendedores con el rostro de Trump. “¡Te amamos! ¡Te amamos!”.
El presidente ganó en el 2016 este estado clave, antiguo corazón de la industria automotriz, con una ventaja de menos de 11.000 votos.
“El viento me pega directamente en la cara y me cuesta respirar”, bromeó el gobernante ante la multitud, desafiando el frío con unos gruesos guantes negros y su característica gorra roja con el lema Make America Great Again. Luego, dio unos pasos de baile al son de Y.M.C.A.
Trump sigue minimizando la gravedad de la pandemia de coronavirus, pese a que los contagios aumentan exponencialmente y los muertos superan los 230.000.
El renombrado epidemiólogo Anthony Fauci criticó en una entrevista con el diario The Washington Post la estrategia del gobierno de Trump para hacer frente al resurgimiento del coronavirus, lo que llevó a un contraataque el domingo por parte de la Casa Blanca, que lo acusó de querer debilitar al candidato-presidente.
Según las estimaciones de economistas de Stanford publicadas el jueves, 18 de los mítines de campaña de Trump provocaron más de 30.000 casos de coronavirus y más de 700 fallecidos, aunque no necesariamente entre los participantes, con base en un modelo estadístico.
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A diferencia de Trump, Biden respeta las medidas de precaución, lo que ha llevado al equipo del presidente, que difunde rumores sobre el estado físico y mental de su rival demócrata, a acusarlo de “esconderse en su sótano”.
Y ambos ya emitieron su voto anticipado, al igual que más de 93 millones de los 230 millones de electores del país, para evitar aglomeraciones en el día de la elección.
Intención de voto
Una encuesta del diario The New York Times y del Sienna College publicada el domingo muestra a Biden por delante de Trump en cuatro estados decisivos. En todos ellos -Pensilvania, Arizona (suroeste), Florida y Wisconsin (norte)- el republicano había ganado en el 2016.
Pero los expertos llaman regularmente a la cautela, apuntando a las elecciones del 2016, cuando Trump dio una de las mayores sorpresas de la historia política de Estados Unidos al derrotar a Hillary Clinton.
Ante las tensiones que se sienten en todo el país, algunos comercios de varias ciudades, entre ellas Nueva York y Washington, protegieron sus vitrinas por temor a que estallen disturbios tras las elecciones.
En caso de que la votación sea muy reñida y que los resultados tarden en conocerse, algunos temen que los partidarios de ambos candidatos salgan a las calles para reclamar la retirada de su adversario.
“Va a haber alboroto en nuestro país”, predijo el sábado Trump, quien durante la campaña se negó varias veces a confirmar que cedería pacíficamente el poder en caso de derrota el 3 de noviembre.
El canal de noticias CNN reveló, sin embargo, el sábado que varios funcionarios de la Casa Blanca llevaban meses colaborando con el equipo de Biden -como es tradición- para preparar un posible traspaso de poderes.
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