Londres. La ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, parecía encaminada a suceder a Boris Johnson como jefe de gobierno el viernes, cuando cierra el plazo para que los afiliados del Partido Conservador voten a su nuevo líder y próximo primer ministro. Truss, de 47 años, se enfrenta por el cargo al exministro de Finanzas Rishi Sunak, un multimillonario exbanquero de 42 años nieto de inmigrantes indios.
Los dos candidatos, elegidos en julio por los diputados conservadores entre ocho aspirantes, se esforzaron en agosto por seducir a los cerca de 200.000 afiliados de la formación, que tienen la última palabra con una votación por correo y en línea que cierra el viernes a las 5 p. m.
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El ganador se anunciará el lunes. Y el martes viajará al castillo escocés de Balmoral, residencia de verano de la reina Isabel II, para su primer encuentro con la jefa de Estado que, a sus 96 años y con crecientes problemas de movilidad, no se desplazará hasta Londres para la ocasión, por primera vez desde que llegó al trono hace 70 años.
Antes la monarca recibirá también en Balmoral, 830 kilómetros al norte de Londres, a Johnson, quien le presentará su renuncia formal como primer ministro tras verse obligado a dimitir en julio como líder del Partido Conservador bajo la insostenible presión de una multiplicación de escándalos que lastraba la popularidad de la formación.
Truss, mejor ‘política’
Poniendo fin a un mes de gira por todo el país, tres debates televisados y decenas de mítines, Truss y Sunak se enfrentaron por última vez el miércoles por la noche ante los miembros del partido reunidos en el Wembley Arena de Londres.
La jefa de la diplomacia tiene más de 30 puntos de ventaja en las encuestas pero, aunque claramente favorita, su ventaja real podría ser menor. En opinión de John Curtice, politólogo de la Universidad de Strathclyde, su éxito con las bases del partido se debe a su mayor facilidad para transmitir los mensajes conservadores tradicionales.
“Sunak ha demostrado algunas de las cualidades que cabría esperar en un buen ministro. Pero Truss demostró las cualidades que se necesitan en un político”, dijo Curtice a la AFP.
El ganador tomará inmediatamente las riendas del gobierno para hacer frente a la crisis económica que vive el país, amenazado con un otoño de protestas y huelgas en un contexto de inflación descontrolada que alcanza ya el 10% y se encamina a superar el 13% a finales de año.
Crisis energética
Si es elegida, Truss prometió el miércoles “centrarse en los precios de la energía para los consumidores y en cómo hacer que la economía del Reino Unido vuelva a activarse”.
A lo largo de toda la campaña prometió bajar impuestos para impulsar el crecimiento, pero aún no dijo cómo ayudará a los británicos a hacer frente a la subida de las facturas energéticas este invierno, cuando el tope tarifario aumente un 80%, a partir de octubre, dejando a millones de personas en la incapacidad de pagar su calefacción.
Por su parte, Sunak fijó el control de la inflación como prioridad, criticando como ilusorios los planes de reducción de impuestos de Truss, situada en el ala más derechista de un partido cuyas divisiones se profundizaron con la lucha de poder entre ambos candidatos.
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Así, quien gane la consulta puede tener dificultades para unir a los conservadores antes de las próximas elecciones generales, previstas a más tardar en enero del 2025, pero que podrían adelantarse.
En un contexto de deterioro de la economía y de las condiciones de vida de los británicos, los sondeos dan al opositor Partido Laborista más de 10 puntos de ventaja sobre un Partido Conservador que lleva 12 años en el poder.