Ankara. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el miércoles elecciones presidenciales y legislativas anticipadas para el 24 de junio, un año y medio antes de lo previsto, en las que aspira a un nuevo mandato con poderes reforzados.
“Hemos decidido celebrar estas elecciones el domingo 24 de junio de 2018”, declaró Erdogan tras una entrevista que calificó de “muy productiva” con el líder del partido ultranacionalista MHP, Devlet Bahçeli, que había pedido el martes comicios anticipados.
Este anuncio ha sorprendido a muchos observadores, ya que los dirigentes turcos, incluido Erdogan, desmintieron varias veces en las últimas semanas los “rumores” de una consulta adelantada.
Las dos elecciones, presidencial y legislativa, son cruciales, ya que supondrían la entrada en vigor de la mayoría de las medidas que fortalecen las prerrogativas del jefe del Estado, aprobadas en un referendo constitucional en abril del 2017.
Esta revisión constitucional permite a Erdogan, de 64 años, aspirar a dos nuevos mandatos presidenciales de cinco años. El hombre fuerte de Turquía está en el poder desde el 2003, primero como primer ministro y luego como presidente.
Erdogan justificó el avance de las elecciones con la necesidad de pasar rápidamente a un sistema presidencial para afrontar “la aceleración de los acontecimientos en Siria” y la necesidad de tomar rápidamente “decisiones importantes” en materia económica.
“Nuestros conciudadanos desean que esta reforma [constitucional] entre en vigor lo antes posible”, señaló el primer ministro, Binali Yildirim.
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El miércoles por la tarde se presentó una moción para adelantar las elecciones al 24 de junio ante el Parlamento, que debería dar su aprobación en los próximos días.
Las elecciones anticipadas se celebrarán tres semanas antes del segundo aniversario del intento de golpe de Estado de julio del 2016, que fue seguido por una serie de purgas masivas que tensaron las relaciones con Occidente.
Poco después del anuncio de elecciones anticipadas, el Parlamento votó una nueva prolongación -la sétima consecutiva- del estado de emergencia impuesto tras el fallido cuartelazo.
La principal formación opositora, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), exigió el miércoles el levantamiento “inmediato” de esta medida.
Contexto del anticipo electoral
El anuncio de elecciones anticipadas se produce en un contexto en el que Turquía se ve afectada de lleno por el conflicto en Siria, donde Ankara dirige una ofensiva contra una milicia kurda, y una delicada situación económica, a pesar del fuerte crecimiento.
“Tienen la intención de capitalizar la sensación de miedo e inseguridad experimentada por la mayoría de turcos para avivar el sentimiento nacionalista de la población y ganar las elecciones”, comentó Jana Jabbour, doctora asociada en el CERI/Ciencias Políticas y especialista en Turquía.
De acuerdo con el calendario inicial, las elecciones presidenciales y legislativas debían haberse celebrado simultáneamente el 3 de noviembre del 2019, precedidas por unos comicios municipales en marzo del mismo año.
Pero el jefe del Alto Comité Electoral (YSK), Sadi Güven, aseguró el miércoles que no habría “absolutamente ningún problema” para los preparativos.
El martes, Bahçeli, líder del Partido Acción Nacionalista (MHP) y veterano de la política turca, había sacudido la política del país al pedir elecciones anticipadas, diciendo que su preferencia era el 26 de agosto.
Este político de 70 años, muy crítico con Erdogan en el pasado, ha sido uno de los principales aliados del presidente turco desde hace más de un año, con quien también ha llegado a un acuerdo electoral para los próximos comicios.
Aunque los observadores sospechaban que Erdogan quería celebrar elecciones anticipadas para aprovechar la popularidad de la ofensiva en Siria y reducir los riesgos de ir a las urnas con una deteriorada situación económica, pocos esperaban una fecha tan temprana.
Para Fadi Hakura, experto en Turquía del centro de reflexión londinense Chatham House, la decisión de adelantar tanto las elecciones es incluso un “indicio de pánico y debilidad” frente a los preocupantes indicadores económicos.
Con todo, los mercados acogieron favorablemente el anuncio, y la lira turca subía casi un 2% frente al dólar.
Turquía está desde hace varias semanas sumergida en un ambiente electoral, con Erdogan y su primer ministro, Binali Yildirim, multiplicando sus apariciones para presumir de su gestión.
Tras las declaraciones de Erdogan los principales partidos de la oposición se han declarado listos para el desafío.“2018 será el año de la democracia. Estamos listos, ¡vamos a ganar!”, dijo entusiasmado el líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu.