Bogotá. Colombia comenzó la transición a su primer gobierno de izquierda de la mano del senador y exguerrillero Gustavo Petro, quien planteó un “gran acuerdo nacional” para sacar adelante ambiciosas reformas ante la división del país. Petro quebró la tradición de mandatarios conservadores y liberales al imponerse en segunda vuelta con el 50,4% de los sufragios, derrotando al millonario independiente Rodolfo Hernández (47,3), según el cómputo oficial.
Con una ventaja de 700.601 votos, el jefe de la oposición convenció a la mitad de los colombianos con su plan para transformar un país con la segunda brecha más amplia entre ricos y pobres en Latinoamérica y azotado por la violencia del narcotráfico. Petro asumirá el 7 de agosto junto a su vicepresidenta Francia Márquez, la primera mujer afro en llegar a las altas esferas del poder.
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La victoria de ambos retumbó entre la izquierda latinoamericana, mientras Estados Unidos anunció su disposición de trabajar con el futuro mandatario. La Unión Europea destacó el “resultado incuestionable” de la elección. Entretanto, este lunes el gobierno saliente de Iván Duque garantizó una transición “pacífica, armónica y transparente”.
“Lo primero que hay que reconocer para defender la democracia es cuando hay un pronunciamiento popular. Claramente ayer los colombianos eligieron un nuevo presidente”, dijo Duque en una charla virtual con el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa.
-Una sola Colombia-
En su discurso de victoria, Petro dejó de lado las ideas radicales e invitó a las “dos Colombias” que se presentaron en las urnas a un “gran acuerdo nacional para construir los máximos consensos” en torno a las ambiciosas reformas que propuso en campaña. “El cambio consiste precisamente en dejar el odio atrás, en dejar los sectarismos atrás. Las elecciones más o menos mostraron dos Colombias cercanas en términos de votos. Nosotros queremos que Colombia en medio de su diversidad sea una sola”, afirmó.
También sostuvo que bajo su gobierno “no habrá persecución política” por más “férrea y tenaz” que sea la oposición. Por ser feriado en Colombia, la bolsa y el mercado cambiario reaccionarán el martes al triunfo de la izquierda en la cuarta economía de Latinoamérica. Este lunes la vicepresidenta electa reforzó el mensaje de Petro.
“El paso de la reconciliación es con 50 millones de colombianos; es con todos que vamos a avanzar en la reconciliación, en la paz, en el cierre de las brechas de inequidad y desigualdad”, aeguró Márquez a W Radio.
La líder ambientalista de 40 años anunció que se ocupará de esos temas desde un futuro ministerio de la igualdad. Petro propone robustecer al Estado para mejorar los servicios de salud y educación universitaria, cobrar más impuestos a los ricos y suspender la exploración petrolera para darle paso paulatino a energías limpias. Planea reanudar los diálogos de paz con el ELN, la última guerrilla reconocida en Colombia, la cual este lunes anunció su “disposición” para reiniciar las conversaciones sepultadas por el saliente Gobierno de Duque en el 2019.
La derecha en el poder, algunos gremios y sectores de los militares, temen que Petro expropie bienes y conduzca al país hacia un socialismo fallido. Sin embargo, el expresidente Álvaro Uribe (20002-2010), líder del partido de gobierno, recibió con mesura la victoria de su opositor. “Para defender la democracia es menester acatarla. Gustavo Petro es el Presidente. Que nos guíe un sentimiento: Primero Colombia”, escribió en Twitter.
Mayorías en construcción
Aunque cuenta con una importante bancada en el Congreso, el futuro gobierno no tiene aseguradas mayorías. El senador Roy Barreras, muy cercano al mandatario electo, dijo este lunes que la coalición que acompaña a Petro tenderá puentes con otras fuerzas. “Lo que sigue es la construcción de las mayorías parlamentarias que permitan sacar esas reformas a fondo”, indicó a Caracol Radio.
Sostuvo que el próximo gobierno enviará pronto “señales claras” de su seriedad y responsabilidad, aludiendo al nombramiento del gabinete ministerial. En campaña Petro anunció que nombraría ministros de otras tendencias, ante la especial expectativa que generan las carteras de economía y defensa.
Petro será el primer exguerrillero en dirigir una fuerza armada de unos 400.000 militares y policías, la segunda más grande de la región después de Brasil, en medio del conflicto que todavía persiste con grupos armados que se financian con el tráfico de drogas y la minería ilegal. “Tenemos un segundo reto y es aliviar esos miedos, contarle a los colombianos que el próximo gobierno tiene que ser un gobierno de unidad nacional en el que la polarización quedó atrás”.