Bruselas. La Unión Europea (UE) amenazó este miércoles a China con elevados aranceles a la importación de automóviles eléctricos a partir de julio, en medio de advertencias del gobierno chino y alertas sobre el riesgo de una guerra comercial con el gigante asiático.
La Comisión Europea, que abrió el año pasado una investigación sobre el impacto de las ayudas estatales, concluyó que la cadena de producción de automóviles eléctricos en China se beneficia de subsidios “injustos”.
De acuerdo con la Comisión, esos subsidios al sector de vehículos eléctricos en China representan una “amenaza de perjuicio económico para los productores” de vehículos eléctricos en la UE.
Ante ese cuadro, la Comisión definió pesados aranceles para fabricantes chinos de automóviles eléctricos, que para el gigante productor SAIC podrían llegar al 38,1%.
Para el fabricante chino BYD la Comisión Europea determinó un arancel provisorio de 17,4%, al tiempo que para el fabricante Geely ese arancel ascendería a 20%.
Otros fabricantes en China “que cooperaron en la investigación pero que no han sido incluidos en la muestra, estarían sujetos a un arancel promedio de 21%”, indicó la Comisión.
“La Comisión se ha puesto en contacto con las autoridades chinas para discutir estas conclusiones y explorar posibles formas de resolver los problemas identificados, de manera compatible con la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, anunció la institución en un comunicado.
“Caso las conversaciones con las autoridades chinas no condujeran a una solución eficaz, estos derechos compensatorios provisionales se introducirían a partir del 4 de julio”, anunció la Comisión.
En la actualidad, la UE aplica aranceles de 10% a esas importaciones.
Asegurar “competencia justa”
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis, afirmó en la red X que “nuestro objetivo no es cerrar el marcado de la UE a los automóviles eléctricos chinos, sino asegurar que la competencia es justa”.
Estos aranceles se aplicarían provisoriamente hasta noviembre, salvo que una mayoría calificada en el UE -el voto de 15 países que representen al menos el 65% de la bloque- decida contra la medida.
Poco antes de este anuncio, el gobierno chino advirtió que un eventual aumento de los aranceles o la adopción de medidas adicionales “harían daño a los intereses de la UE” y condenó el “proteccionismo” del bloque.
“Instamos a la UE a cumplir con su compromiso de apoyar el libre comercio y oponerse al proteccionismo y trabajar con China para defender los intereses generales de la cooperación económica y comercial entre China y la UE”, dijo el vocero del gobierno chino, Lin Jian.
China, advirtió el portavoz, “tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar firmemente sus derechos e intereses legítimos”.
Esta misma jornada, el ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, advirtió en la red X sobre los elevados aranceles europeos a los automóviles eléctricos chinos podrían abrir la puerta a una “guerra comercial”.
“Los automóviles deben abaratarse mediante una mayor competencia, mercados abiertos y condiciones comerciales significativamente mejores en la UE, no mediante una guerra comercial y el aislamiento del mercado”, afirmó el ministro.
A su turno, el vocero del gobierno alemán saludó que la Comisión busque resolver la controversia mediante el diálogo con funcionarios chinos.
“De nuestro punto de vista, sería deseable que podamos llegar a una solución amigable”, dijo a la prensa el portavoz Steffen Hebestreit.
China es un asociado comercial fundamental para la UE, y es el tercer principal destino de las exportaciones agrícolas del bloque europeo, después del Reino Unido y Estados Unidos.
Las importaciones de automóviles eléctricos chinos en la UE pasaron de unas 57.000 unidades en 2020 a nada menos que unas 437.000 unidades en 2023.