Bruselas. Los países de la Unión Europea aprobaron de manera definitiva este martes la amplia reforma de su política migratoria, la cual refuerza los controles fronterizos e impone un sistema vinculante de solidaridad entre las naciones del bloque.
Reunidos en Bruselas, los ministros de Asuntos Europeos de los países del bloque adoptaron formalmente un conjunto de leyes que conforman el Pacto sobre Migración y Asilo, el cual entrará en vigor en 2026.
En esta decisión, Hungría y Polonia votaron en contra de todos los textos legales, por lo que estos fueron adoptados por mayoría cualificada. A su vez, Austria y Eslovaquia votaron en contra únicamente en determinados aspectos de la normativa.
Este último paso en el proceso de aprobación y adopción de la reforma en la política migratoria ocurre a menos de un mes de las elecciones europeas que se realizarán del 6 al 9 de junio, en las que todos los sondeos proyectan un avance de los partidos de la extrema derecha.
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El pilar original de esta reforma de la política migratoria fue lanzado por la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) en 2020, en un intento de acercar las posiciones de los diferentes grupos políticos.
La reforma recibió el visto bueno del Parlamento Europeo el 11 de abril de 2024, después de una negociación que se prolongó durante varios años y que provocó evidentes divisiones en el bloque.
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El modelo aprobado por la Unión Europea establece ahora un procedimiento obligatorio para controlar a los migrantes que llegan a las fronteras exteriores del bloque, donde deben ser registrados para determinar el procedimiento aplicable.
De esta manera, los inmigrantes que no sean aceptados serán retenidos en centros especiales de acogida mientras se determina su expediente de forma acelerada, agilizando así el proceso de devolución a sus países de origen.
Al mismo tiempo, se establece la implementación de un sistema obligatorio de solidaridad para ayudar a los países que reciben a muchos inmigrantes y solicitantes de asilo, como Italia, Grecia o España.
De esta forma, otros Estados miembros deberán recibir en su territorio a solicitantes de asilo o proporcionar apoyo financiero a los países que enfrentan una mayor presión migratoria.
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La normativa actual determina que el país de llegada de un migrante es responsable de tramitar la correspondiente demanda de asilo, y esta disposición será mantenida con reformas, principalmente en lo que respecta a la rapidez en el tratamiento de los casos.
Este Pacto se aplicará a los 27 miembros del bloque, aunque los detalles prácticos de la compleja implementación aún serán analizados en cada país.
Simultáneamente, la UE continúa manteniendo conversaciones altamente controvertidas con países de origen o de tránsito de migrantes, como Egipto, Túnez y Mauritania, con el fin de reducir el número de migrantes que llegan a las fronteras europeas.
Por otro lado, Italia concluyó recientemente un acuerdo con Albania, un país que no pertenece a la UE, sobre el envío a ese país de personas rescatadas de las aguas italianas, mientras se tramitan sus demandas de asilo.