La guerra de la desinformación ocupa un papel central en la campaña electoral de Estados Unidos desde la aparición de Donald Trump en el tablero político.
Es usual que el presidente acuse a los medios de publicar noticias falsas y haga uso de sus redes sociales para propagar mentiras. Aunque la batalla por continuar en la Casa Blanca y la pandemia de coronavirus han llevado al mandatario a intensificar su estrategia de desinformación.
Al tiempo que teorías conspirativas como QAnon se consolidan en Estados Unidos y ganan cada vez más seguidores en Latinoamérica y Europa.
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Por su parte, Twitter y Facebook pusieron en marcha algunas tácticas para evitar que se repita el escenario del 2016 cuando, según las agencias de inteligencia estadounidenses, Rusia utilizó estas plataformas para interferir en las elecciones que llevaron a Trump al poder.
El periodista y fundador del proyecto #NoComaCuento de La Nación, Gustavo Arias, analiza los factores que contribuyen a la desinformación en la actual campaña de Estados Unidos, evalúa la eficacia de las estrategias de las redes sociales para contener las falsedades políticas y se refiere a las maniobras de Trump en el juego de crear mentiras.