Minsk. “¡Aplasten a la cucaracha!” Un año después de lanzar su canal en Youtube, el videobloguero Serguéi Tikhanovski ha galvanizado un nuevo movimiento para desbancar al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en un país donde las elecciones suelen ser una mera formalidad.
La campaña contra Lukashenko, en el poder desde 1994, ha suscitado interés por estas votaciones, pero también ha llevado a la persecución de Tikhanovski, de 41 años, quienpodría estar en prisión.
La popularidad del videobloguero en esta exrepública soviética situada entre Rusia y la Unión Europea se debe a su canal de Youtube, “Un país para la vida”, con 230.000 suscriptores y videos que denuncian la corrupción, el sistema judicial y los abusos policiales.
El 7 de mayo, este empresario con aspecto de boxeador se lanzó en la campaña para las elecciones presidenciales del 9 de agosto para destronar a Lukashenko, de 65 años.
"Hace 26 años que el dictador dirige el Estado con incompetencia y negligencia criminal", afirma en línea, antes de proclamar "2020 es el año del cambio, STOP a la cucaracha".
Es la culminación de un año recorriendo el país y hablando con los ciudadanos.
La crisis del nuevo coronavirus le proporcionó más argumentos. Lukashenko se negó a imponer el confinamiento y calificó la pandemia de psicosis. Llegó a afirmar que el sauna o el vodka eran remedios contra la enfermedad.
Como su condena en mayo a 15 días de detención por una manifestación no autorizada impidió a Tikhanovski presentar su candidatura, su esposa, Svetlana Tikhanovskaya, lo hizo en su lugar.
Ella asegura haber logrado los 100.000 respaldos de votantes necesarios, un número sustancial en un país de 9 millones de habitantes. Tras el final de la recogida de firmas, el 19 de junio, la Comisión Electoral debe validar su candidatura.
“Nuestra sociedad no está lista para votar por una mujer”, afirmó el presidente, conocido por sus declaraciones polémicas.
Arremetida del régimen
El 29 de mayo, dos policías se acercaron a Serguéi Tikhanovski cuando hablaba con simpatizantes en la ciudad de Grodno, nueve días después de haber sido puesto en libertad.
Uno de ellos cayó, según las imágenes disponibles en línea, lo que llevó a la detención del youtuber y su inculpación por “violencia” contra los agentes. El hombre, que se expone a hasta seis años de prisión, denuncia un golpe montado.
El domicilio y la casa de campo de los Tikhanovski también fueron registrados el miércoles. La Policía afirma haberse incautado de $900.000 en efectivo.
La esposa del videobloguero afirma que ella y su marido nunca han tenido "semejante suma", dando a entender que los dólares fueron colocados por los autores del registro.
Desde 1994, ninguna oposición ha logrado forjarse un lugar en el panorama político bielorruso. Muchos de sus líderes han sido encarcelados, y en el 2019 ningún opositor fue elegido para el Parlamento.
Campaña diferente
Con Tikhanovski, la campaña electoral del 2020 es, por lo tanto, diferente de las elecciones anteriores, marcadas por visitas a granjas y fábricas del presidente-candidato.
Según Alexánder Klaskovski, analista de la agencia de prensa privada bielorrusa BelaPan, la recogida de apadrinamientos de diversos candidatos se ha convertido en una especie de “voto de censura” contra Alexánder Lukashenko.
Y “el arresto de Serguéi Tikhanovsky echó más leña al fuego”, estimó.
Entre el 29 y el 31 de mayo, decenas de opositores fueron arrestados.
Además del bloguero, han surgido otros candidatos, como Víktor Babaryko, exbanquero de una filial del gigante ruso Gazprom, un rico mecenas y amante de la pintura.
Se presenta como el defensor de los empresarios y critica el sistema económico, controlado por el Estado y en crisis, en un contexto de conflictos políticos y petroleros con Rusia.
Lukashenko lo acusa de querer "privatizar" el país y da a entender que es financiado por Moscú.
Otro detractor del jefe de Estado también entró en la carrera: Valeri Tsepkalo, un exdiplomático de alto rango.
Según Artiom Chraibman, del centro de reflexión Carnegie de Moscú, "casi todos los miembros de la élite bielorrusa que se unieron a la oposición han pasado por la cárcel".
Si estos candidatos “no son encarcelados después de las elecciones, sería un precedente importante”, declaró.