Brasilia. El vocero de la Presidencia de Brasil, general Otavio Rego Barros, quien despacha en el mismo edificio en la capital que el presidente Jair Bolsonaro, fue diagnosticado con el nuevo coronavirus, informó este miércoles el Palacio del Planalto.
“El general Rego Barros está en su residencia, cumpliendo todos los protocolos recomendados, y hasta el momento sin síntomas que merezcan mayor preocupación”, informó la Presidencia en una breve nota oficial.
En el documento, se explicó que Rego Barros, de 59 años, realizó una primera prueba clínica el lunes y que el diagnóstico positivo fue confirmado el martes.
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Barros se suma a los más de 20 funcionarios próximos a Bolsonaro que fueron diagnosticados con la covid-19 y que cumplen funciones en el palacio del Planalto, sede de la presidencia en Brasilia.
Fábio Wajngarten, jefe de la Secretaría Especial de Comunicación, fue el primero de esos casos. Fue confirmado el 12 de marzo, tras un viaje oficial a Estados Unidos que incluyó en la agenda encuentros con autoridades estadounidenses, incluyendo el presidente Donald Trump.
En los días siguientes otros ministros y políticos que viajaron y forman parte del círculo presidencial fueron diagnosticados con la enfermedad, incluyendo el jefe del gabinete de Seguridad Institucional, Augusto Heleno. El general, de 72 años, es uno de los más próximos a Bolsonaro.
El presidente dijo haberse sometido a dos exámenes (el 12 y el 17 de marzo) y haber dado negativo en todos, aunque no publicó los diagnósticos.
La Justicia falló a favor del periódico O Estado de Sao Paulo para que Bolsonaro presente los resultados de las pruebas, pero un tribunal regional suspendió el plazo determinado para su divulgación.
La semana pasada, en medio de la disputa judicial, Bolsonaro declaró en una entrevista radial que "tal vez contraje ese virus en el pasado, tal vez y ni lo sentí".
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Bolsonaro, que llegó a calificar el nuevo coronavirus de "gripecita", es contrario al distanciamiento social generalizado y dispuesto en varios estados.
Durante varios fines de semana de marzo y abril ha recorrido espacios públicos de Brasilia, ignorando la cuarentena parcial anunciada por el gobernador del Distrito Federal para contener la propagación del virus, y ha arengado a manifestantes que atacan a los poderes Judicial y Legislativo, ambos a favor de medidas de distanciamiento social.
Brasil, con más de 210 millones de habitantes, tenía 114.715 casos y 7.921 muertes por la covid-19 hasta la tarde del martes.