Managua. AFP. Luego de 110 años de quietud, el volcán Momotombo hizo erupción este miércoles, con explosiones de gases, cenizas, piedras y pequeñas cantidades de lava que corrieron hacia lugares despoblados, por lo que las autoridades descartan un riesgo para las poblaciones cercanas, informaron fuentes oficiales.
“Tenemos esa actividad eruptiva, pero no pone en alto riesgo a las familias de (los municipios de) Nagarote, La Paz Centro y Managua”, dijo la vocera del Gobierno, la primera dama, Rosario Murillo.
Expertos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) indicaron que la actividad del volcán es “leve” e inicialmente no es necesario realizar grandes evacuaciones.
“Afortunadamente, la erupción va hacia el norte” del volcán, donde no hay mucha población, explicó Murillo.
El Momotombo, de 1.297 metros de altura, se ubica en el departamento de León, a orillas del lago de Managua, a 40 kilómetros de la capital.
El coloso, que el martes entró en actividad con emanaciones de gases y cenizas después de 110 años de relativo reposo, amaneció este miércoles activo y expulsó también pequeñas cantidades de lava y rocas.
“Es un espectáculo muy bonito, pero es peligroso estar cerca del volcán”, advirtió el vulcanólogo Armando Saballos.
El Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil recomendó volar con precaución “desde la superficie hasta los 25.000 pies de altura en dirección suroeste”, y cerró una ruta aérea que pasa por el norte del volcán.
Los vuelos en el aeropuerto internacional de Managua se desarrollaban normalmente, señaló el organismo.
Entre tanto, el Gobierno envió brigadas de salud y socorro a la zona del volcán para organizar a la gente en caso de que intensifique su actividad.
El volcán, que hizo su última erupción importante en 1905, había obligado a algunas familias campesinas a abandonar la zona en horas de la madrugada, informó el Gobierno, que pidió mantener la calma.
El Momotombo hizo erupción por primera vez en 1522. A inicios del siglo XVII registró una fuerte actividad acompañada de sismos que destruyeron el poblado de León Viejo, uno de los primeros asentamientos españoles en Nicaragua.