Singapur. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó este domingo a China de esforzarse para “impedir” que otros países participen en una cumbre de paz sobre Ucrania, que Pekín criticó porque Rusia no fue invitada.
“China se esfuerza hoy por impedir a países que asistan a la cumbre de paz”, declaró Zelenski a los periodistas al margen del Diálogo de Shangri-La, un foro que se celebra en Singapur y que reúne a altas autoridades de defensa.
La conferencia sobre la paz en Ucrania se celebrará en la localidad suiza de Lucerna el 15 y 16 de junio. Zelenski afirma que más de 100 países y organizaciones participarán y pidió a los Estados de Asia-Pacífico que acudan al encuentro.
China afirmó el viernes que considera que la conferencia de paz “debe contar con el reconocimiento de Rusia y Ucrania, la participación igualitaria de todas las partes”.
“De lo contrario, es difícil que la conferencia desempeñe un papel sustantivo en el restablecimiento de la paz”, declaró la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning.
China informó que el presidente, Xi Jinping, no participará. Por su parte el mandatario estadounidense Joe Biden, en campaña para la reelección, no ha confirmado su asistencia.
“Estamos decepcionados que algunos dirigentes mundiales todavía no hayan confirmado su participación”, declaró Zelenski.
El mandatario ucraniano se reunió este domingo con el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, en Singapur, en el marco de su campaña para reunir más ayuda para su país frente a los avances de la ofensiva rusa.
Consultado por periodistas sobre la reunión, el presidente ucraniano respondió que fue “muy buena”.
Este encuentro se produjo después de que Estados Unidos anunciara esta semana que levanta parcialmente las restricciones sobre el uso de las armas que Washington suministra a Ucrania para atacar territorio ruso, estableciendo que pueden usarse “con fines de contrataque en la región de Járkov”.
Ucrania sufre el rudo embate de una ofensiva lanzada por Moscú a principios de mayo en la región de Járkov, en el noreste, en un momento de desgaste de sus tropas tras más de dos años de la invasión rusa, que comenzó en febrero de 2022.