Washington. Lo que está en juego para la democracia estadounidense es de suma importancia, pero los votantes parecen tener poco interés en la aparente revancha inevitable entre Joe Biden y Donald Trump en las elecciones presidenciales del 2024.
“Es difícil emocionarse con esto”, afirma Keely Catron, una joven de 22 años de Arizona, uno de los estados clave en las elecciones, donde Biden ganó por un margen estrecho en 2020. “Es frustrante que nuestras dos únicas opciones sean hombres tan viejos”, subrayó.
La estudiante de ciencias de la educación planea votar nuevamente por el demócrata de 80 años en las elecciones del 5 de noviembre del 2024, aunque sin un gran entusiasmo.
Biden busca un segundo mandato, sin competidores serios para la nominación demócrata, a pesar de tener una baja popularidad en las encuestas y de la creciente preocupación sobre su edad.
Mientras tanto, Trump es el claro favorito entre los republicanos, a pesar de los procesos penales que enfrenta, incluido uno por presunta interferencia electoral, a sus 77 años.
En las encuestas, están prácticamente empatados, e incluso Trump lidera en algunas de las encuestas más recientes.
Lo que está en juego es de gran magnitud.
![Joe Biden espera obtener el apoyo necesario del electorado estadounidense para poder lograr la reelección ante Donald Trump, quien lidia con los problemas judiciales en Estados Unidos.](https://www.nacion.com/resizer/v2/QJ4OV3PRZVGGXHVNXY5TJDNRQI.jpeg?smart=true&auth=ff22d55c0e78881e775013351256f53d2f0b0ee1195e3f3bc9c13c32182fa5a0&width=794&height=446)
Un editorial del New York Times predice que estas serán “las elecciones más importantes desde 1860″, cuando Abraham Lincoln fue elegido presidente, lo que desencadenó la Guerra Civil estadounidense.
Poco interés
Estados Unidos sigue estando muy polarizado desde que Trump intentó anular el resultado después de ser derrotado por Biden en 2020, y se teme que la polarización aumente.
Los aliados de Estados Unidos también observan con nerviosismo.
El papel global de Washington quedó en evidencia debido al conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás y la guerra en Ucrania después de la invasión rusa.
Por su parte, China, Rusia e Irán intentan forjar su propia versión de un nuevo orden mundial que no esté dominada por Estados Unidos.
Sin embargo, a los votantes parece no importarles esto.
El 63% de los estadounidenses manifestaron estar insatisfechos con los candidatos que surgieron hasta el momento, según un estudio reciente de Pew Research, y el 65% afirmó que “siempre o con frecuencia se sienten agotados” al pensar en política.
Más de tres de cada cinco demócratas e independientes con inclinaciones demócratas dicen preferir a un candidato que no sea Biden, según una encuesta conjunta de la cadena ABC y el diario The Washington Post.
La mitad de los seguidores de Biden y casi tres de cada diez partidarios de Trump reconocen estar abiertos a otras opciones, según una encuesta de Quinnipiac publicada en setiembre.
En encuesta tras encuesta, se registran índices de aprobación negativos para ambos candidatos. Son los nominados de mayor edad en la historia de Estados Unidos, como lo fueron en 2020.
Cada uno de ellos intenta atraer la atención a su manera.
Biden afirma que está librando una “batalla por el alma de la nación” y advierte que el “extremismo” de Trump amenaza la democracia estadounidense.
Su equipo de campaña confía en que este mensaje y su papel como estadista global en los conflictos de Israel y Ucrania funcionen mejor entre los votantes que sus intentos de vender su política económica “Bidenomics”.
Sin búsqueda de la revancha
Por otro lado, Trump intensificó su retórica en comparación con el periodo posterior a las elecciones del 2020, que estuvo marcado por un ataque de sus seguidores al Capitolio, la sede del Congreso, el 6 de enero del 2021 en Washington.
Trump afirma que hay un “nivel de odio que nunca antes visto”, centrado en cuestiones migratorias y el nacionalismo.
Sin embargo, David Karol, profesor de política en la Universidad de Maryland, minimiza el hecho de que ninguno de los candidatos genere mucho interés entre el electorado.
“La idea de que la gente no quiere una revancha, si los votantes realmente desearan otros candidatos, podrían tenerlos”, declaró a esta agencia.
Los demócratas nunca presentaron alternativas serias a Biden, y el activista antivacunas contra el covid-19, Robert F. Kennedy Jr, recientemente abandonó la carrera dentro del partido y se postula como independiente.
En el campo republicano, hay diversas opciones, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exembajadora en la ONU Nikki Haley, pero siguen prefiriendo a Trump, según declaró.
Según Karol, la mayoría de los votantes estadounidenses parece saber por quién votar en estas elecciones, cuyo resultado probablemente dependerá de unos pocos estados, pero podría cambiar si Trump es condenado en alguno de sus juicios.