Pekín. El presidente chino, Xi Jinping, expresó este viernes al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien se encontraba de visita en Pekín, que las dos principales potencias económicas deberían ser “socios, no rivales”, destacando que persisten “muchos problemas” por resolver en sus relaciones bilaterales.
Blinken, en su segunda visita a China en menos de un año, reconoció avances en la relación, pero instó a Pekín, entre otras cosas, a moderar su respaldo a Rusia.
Durante un encuentro en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, Xi afirmó que ambas potencias han alcanzado “algunos avances positivos” desde su reunión en noviembre con el presidente estadounidense Joe Biden.
“Ambos países deberían ser socios, no rivales”, señaló Xi, advirtiendo, al mismo tiempo, a Washington contra la implementación de medidas que puedan restringir su economía, como la prohibición de exportación de semiconductores o los intentos de adquisición de TikTok a sus propietarios chinos.
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“Esperamos que Estados Unidos también pueda adoptar una visión positiva del desarrollo de China”, agregó Xi. “Una vez que se solucione este problema fundamental (...) las relaciones podrán estabilizarse, mejorar y avanzar realmente”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, quien también se reunió con Blinken, advirtió que la presión de Estados Unidos podría generar una “espiral descendente” y destacó como “línea roja” la cuestión de Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.
Presión sobre Rusia
La reunión con Wang, que tuvo lugar en la casa de huéspedes estatal Diaoyutai y se prolongó por más de cinco horas y media, fue descrita por Blinken como “extensa y constructiva”.
Sin embargo, Blinken expresó su preocupación por el respaldo de China a la “brutal guerra de agresión” de Rusia en Ucrania, asegurando que, aunque China no exporta armas directamente, pero contribuye al aumento de la producción de cohetes, drones y tanques en Rusia. “Rusia tendría problemas para mantener su asalto a Ucrania sin el apoyo de China”, advirtió, subrayando que Estados Unidos está preparado para tomar medidas si China no actúa por sí misma.
En relación con la tensión en Oriente Medio, Blinken mencionó las relaciones de China con Irán y opinó que “pueden ser positivas para tratar de calmar las tensiones, prevenir la escalada, evitar la propagación del conflicto” en curso entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
Evitar la confrontación
Según funcionarios y expertos estadounidenses, la principal prioridad de Xi en este momento es gestionar los desafíos que enfrenta la economía china y, al menos a corto plazo, evitar confrontaciones con Occidente. Blinken hizo un llamado a ambas partes para gestionar su relación de manera “responsable”.
Joe Biden se encuentra inmerso en una contienda electoral difícil de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, enfrentándose a su predecesor republicano, Donald Trump, quien durante su mandato adoptó una postura agresiva hacia China.
La administración demócrata estadounidense destaca los avances logrados mediante su enfoque diplomático hacia China, como el compromiso de Pekín de reforzar el control sobre la exportación de los precursores químicos del fentanilo, un opioide responsable de una epidemia de adicciones en Estados Unidos.
Sin embargo, al mismo tiempo, en ciertos aspectos, Biden ejerce una presión sobre China incluso mayor que la de Trump. Un ejemplo es la reciente legislación aprobada por el Congreso y respaldada por Biden para obligar a la venta de TikTok, una plataforma de propiedad de la empresa china ByteDance, o enfrentar una posible prohibición en Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses expresan preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad asociadas con la aplicación, que es muy popular entre los jóvenes del país. A pesar de las acusaciones, ByteDance reiteró el jueves que no tiene planes de vender la plataforma de videos.