¿Qué es el acuerdo UE-Mercosur?
El tratado busca crear un mercado integrado entre la UE y los países fundadores del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), eliminando aranceles sobre más del 90% de los bienes europeos exportados a Sudamérica. Esto beneficiaría a aproximadamente 800 millones de habitantes al facilitar el comercio entre ambas regiones.
¿Por qué genera resistencia en Europa?
- Impacto en la agricultura europea. Los agricultores europeos, especialmente los franceses, temen que los productos agrícolas sudamericanos, como carne y soja, inunden los mercados europeos a precios competitivos debido a menores costos de producción. Esto podría afectar gravemente la industria agrícola de Europa, donde las regulaciones ambientales y laborales son más estrictas y costosas.
El presidente francés Emmanuel Macron expresó su rechazo al acuerdo tal como está planteado, afirmando que busca “tranquilizar a los agricultores” de que Francia no lo respaldará en su estado actual. Este posicionamiento ha sido respaldado por protestas de agricultores, quienes ven el tratado como una amenaza directa a su sustento.
- Preocupaciones ambientales. Europa ha exigido garantías más estrictas en temas ambientales. Los países del Mercosur, especialmente Brasil, han sido señalados por prácticas que afectan la sostenibilidad, como la deforestación del Amazonas. Este aspecto es clave para la UE, que intenta alinear sus acuerdos comerciales con sus objetivos climáticos y de sostenibilidad.
- Política interna en la UE. Aunque la Comisión Europea tiene el poder de negociar acuerdos, el pacto necesita el apoyo político de los 27 Estados miembros para ser implementado. Según Von der Leyen, convencer a todos los líderes europeos sigue siendo “una gran tarea”. Francia, al ser uno de los países más influyentes, tiene un peso significativo en esta decisión.
¿Qué está en juego?
El acuerdo representaría un importante avance económico para ambas regiones, pero el costo político y social en Europa, especialmente para los agricultores, ha creado una barrera difícil de superar.
Además, el pacto tiene el potencial de reforzar relaciones estratégicas entre ambas regiones frente a la competencia global, particularmente con China. Sin embargo, las diferencias sobre la sostenibilidad y el proteccionismo agrícola dificultan la llegada a un consenso.