Washington, Estados Unidos. El multimillonario Elon Musk anunció el 28 de mayo que deja su puesto en el gobierno de Estados Unidos como asesor para reducir el gasto federal poco después de su primera gran divergencia con el presidente Donald Trump sobre su megaproyecto de ley de presupuesto.
“A medida que mi tiempo programado como empleado especial del gobierno llega a su fin, me gustaría dar las gracias al presidente Donald Trump por la oportunidad de reducir el gasto superfluo”, escribió Musk en su red X.
“La misión de DOGE solo se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en un estilo de vida en todo el gobierno”, añadió al referirse al llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, la comisión creada para recortar el gasto federal.
El magnate de origen sudafricano y dueño de empresas tecnológicas como SpaceX, Tesla o Starlink, aseguró que esta ley de presupuesto socava la misión de DOGE, con la que decenas de miles de empleados de agencias gubernamentales perdieron sus puestos.
“Me decepcionó ver el proyecto de ley de gasto inmenso, francamente, que aumenta el déficit presupuestario”, dijo Musk en una entrevista con la cadena CBS News de la que se emitió un fragmento el martes por la noche.
La “ley grande y hermosa”, como la llama Trump, fue aprobada por la Cámara de Representantes y ahora pasa al Senado.
“Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso”, declaró Musk a la cadena, “pero no sé si puede ser ambas cosas. Es mi opinión personal”. La entrevista completa se emitirá este domingo.
“Chivo expiatorio”
Musk, que estuvo de forma casi constante al lado de Trump antes de volver a enfocarse en sus propias empresas- también se quejó de que DOGE se convirtiera en un pararrayos para todo tipo de críticas.
“DOGE se está convirtiendo en el chivo expiatorio de todo”, había dicho Musk al periódico de Starbase, el sitio de lanzamientos de SpaceX en Texas, antes de su último vuelo de prueba el martes.
Sin nombrar a Musk, la Casa Blanca trató de restar importancia a cualquier diferencia sobre el gasto del gobierno estadounidense. “No es un proyecto de presupuesto anual”, dijo Stephen Miller, asesor de Trump, en la red social X, propiedad de Musk.
Todos los recortes del DOGE tendrían que llevarse a cabo a través de un proyecto de ley separado, según las normas del Senado estadounidense, añadió Miller.
El proyecto de ley de presupuesto de Trump blinda la visión del gobierno de una nueva “Edad de Oro”. Concretamente reduce los programas de seguridad social para financiar una extensión de sus recortes de impuestos de 2017.
Sus críticos dicen que diezmará la atención médica para los estadounidenses más pobres y hará que la deuda nacional se dispare.
Analistas independientes advirtieron que aumentaría el déficit hasta en $4 billones en una década.
Ruptura
Pero los comentarios de Musk constituyen una ruptura con el presidente republicano, a quien ayudó a volver a la Casa Blanca tras un primer mandato de 2017 a 2021, a punta de millones de dólares para financiar su campaña electoral de 2024.
En otra entrevista con el diario Washington Post, Musk recordó las reformas, por las que muchos funcionarios perdieron su empleo, algunos sin aviso previo.
“La situación de la burocracia federal es mucho peor de lo que me imaginaba”, dijo.
Trump puso a Musk al frente de DOGE recién comenzó su mandato, pero tras un inicio frenético el multimillonario anunció a finales de abril que dedicaría menos tiempo a su labor en el gobierno para volver a dirigir sus empresas.
En mayo, reconoció no haber logrado todos sus objetivos con DOGE, aunque decenas de miles de personas fueron eliminadas de las nóminas del gobierno federal y varios departamentos gubernamentales quedaron diezmados o cerraron por completo.
El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes está todavía pendiente del voto en el Senado.
“Le agradecemos sus servicios. Le damos las gracias por poner en marcha el DOGE”, declaró a los periodistas la portavoz del ejecutivo Karoline Leavitt. “Los esfuerzos para reducir el despilfarro, el fraude y el abuso continuarán”, añadió.
Los momentos polémicos de Musk:
Estos son algunos de los momentos que demuestran su influencia y las polémicas que ha suscitado.
¿Saludo nazi?
El día de la investidura de Trump, el pasado 20 de enero, Elon Musk, jefe de Tesla, Space X y la red social X, causó polémica al levantar dos veces el brazo derecho en el escenario, en un gesto calificado por políticos demócratas e historiadores como un saludo nazi.
En su red X, el multimillonario le restó importancia y hasta bromeó. “¡No digas Hess a las acusaciones nazis! ¡Hay gente que se traga cualquier cosa de Goebbels! ¡Deja de Goering a tus enemigos! Sus pronombres habrían sido He/Himmler”, escribió en verso mencionando a nombres de destacados nazis junto a un emoticono de una cara llorando.
“Orgulloso de ser alemán”
Días después, el 25 de enero, Musk se dirigió por videoconferencia a miles de simpatizantes del partido ultraderechista alemán AfD, en vísperas de las elecciones generales.
“Es bueno estar orgulloso de ser alemán. Luchad por un futuro brillante para Alemania”, dijo.
Un niño en el despacho oval
El 12 de febrero el empresario defendió en el despacho oval sus brutales recortes en los servicios federales con su hijo de cuatro años sobre sus hombros y ante la mirada aprobadora de Donald Trump.
Mientras hablaba, el empresario intentaba distraer a “X”, el hijo que tuvo con la artista Grimes. Acabó confiándoselo a una mujer presente en la sala.
El hombre de la motosierra
Encargado de recortar el presupuesto federal al frente de una comisión para la eficiencia gubernamental llamada DOGE, Elon Musk blandió una motosierra el 20 de febrero en el escenario de una importante convención conservadora. Se la regaló el presidente argentino Javier Milei, experto a su vez en meter tijera a los servicios públicos.
La estrella del gobierno
En la primera reunión del gabinete, el 26 de febrero, Musk robó el protagonismo. Pero 10 días después, una nueva reunión provocó enfrentamientos entre el jefe de SpaceX y los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Transportes, Sean Duffy, por los recortes anunciados en los servicios federales, según los medios estadounidenses. “No hubo enfrentamiento, yo estaba allí”, dijo Donald Trump.
Tesla en la Casa Blanca
Con Elon Musk a su lado, Donald Trump posó como promotor de vehículos Tesla en la Casa Blanca el pasado 11 de marzo.
La marca registró una caída en las ventas y algunos coches fueron vandalizados como consecuencia de la postura política de Musk.
Millones para Wisconsin
En vísperas de elecciones para sustituir a un juez de la Corte Suprema del estado de Wisconsin, Elon Musk se volcó con el candidato conservador. Llegó incluso a ofrecer dos cheques de un millón de dólares a dos votantes el 27 de marzo. Pero ganó la candidata demócrata.
Crítico de aranceles
Después de que Trump impusiera fuertes aranceles a las importaciones, Musk contraatacó abogando por una “zona de libre comercio” entre Europa y Estados Unidos.
El 8 de abril, llamó públicamente “cretino” a Peter Navarro, asesor comercial de Trump y artífice de estas barreras aduaneras.
Navarro había calificado a Tesla de “ensamblador” de coches fabricados con piezas procedentes de fuera de Estados Unidos.
“Decepcionado”
El 27 de mayo, más de cuatro meses después de la toma de posesión de Donald Trump, llegaron las primeras críticas de Elon Musk. Un día después confirmó su salida del gobierno.
En una entrevista, el multimillonario dijo estar “decepcionado” por el proyecto de ley presupuestaria impulsado por el presidente. Considera que aumenta el déficit contra el que se supone que lucha DOGE.