El reciente ciberataque contra la red de comunicaciones de Hezbolá no solo sorprendió por su alcance, sino también por el uso de una estrategia sin precedentes para golpear a este grupo islamista proiraní.
En dos días consecutivos, la ofensiva causó la explosión masiva de los bíperes y “walkie-talkies” que utilizan los miembros de dicha organización para comunicarse, lo cual dejó al menos 32 muertos y más de 3.200 heridos en el Líbano.
Los resultados evidencian que la intervención a distancia de estos aparatos no fue una decisión al azar, sino que se tomó considerando el uso extendido que el grupo paramilitar hace de esa tecnología. Pero, ¿por qué Hezbolá emplea bíperes en plena era digital?
Este sistema analógico, que parece una reliquia de décadas pasadas, se convirtió en una herramienta clave para el grupo terrorista ante la necesidad de mantener la seguridad de sus comunicaciones.
Desde el comienzo de la guerra entre el ejército israelí y Hamás en Gaza, el 7 de octubre de 2023, el Hezbolá multiplicó los ataques contra Israel desde el sur del Líbano, en apoyo a su aliado palestino.
Hassan Nasrallah, líder del grupo, solicitó en ese momento a sus combatientes que dejaran de usar teléfonos móviles, debido a que Israel los utilizaba para rastrear sus movimientos y escuchar sus conversaciones.
Los dispositivos modernos, conectados a Internet, pueden ser rastreados, interceptados y hackeados por agencias de inteligencia.
En cambio, los “buscapersonas” son un sistema más simple que depende de señales de radio para transmitir mensajes cortos, lo que en teoría debería hacerlos más seguros.
Al ser analógicos, no tienen las mismas vulnerabilidades que los teléfonos digitales, como la geolocalización precisa. Además, al ser dispositivos simples y con un propósito limitado, no almacenan grandes cantidades de datos personales o confidenciales.
Tecnología vulnerable
A pesar de la aparente seguridad que ofrecen los bíperes, el reciente ciberataque demuestra que incluso esta tecnología puede ser vulnerada. Hezbolá atribuye la acción a Israel, pero este último guarda silencio sobre el tema.
El operativo logró sobrecalentar de manera remota las baterías de los dispositivos usados por miembros de la organización proiraní, provocando que cientos de estos dispositivos explotaran de manera simultánea.
La operación representó un golpe significativo para la organización, que no había anticipado que su sistema de comunicación fuera intervenido de una manera tan precisa.
Este ataque plantea serias dudas sobre la seguridad de los bíperes y la capacidad de Hezbolá para proteger sus comunicaciones en el futuro.
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Aunque la tecnología analógica puede ser más segura que la digital en algunos aspectos, la sofisticación de las agencias de inteligencia israelíes demuestra que incluso los métodos más antiguos pueden ser comprometidos.
Los atentados de este martes y miércoles representan un punto de inflexión para los enemigos de Israel. Ahora se enfrentan a la difícil tarea de reevaluar su estrategia de comunicación interna.
Como explicó Nicholas Reese, exagente de inteligencia, a Los Ángeles Time, el grupo tendrá que adaptarse rápidamente a esta nueva realidad, probablemente abandonando los bíperes y buscando otras formas de comunicación que les ofrezcan seguridad.
Los sobrevivientes del ataque, según se informó, están reconsiderando no solo el uso de este medio de comunicación, sino también de otros dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y tabletas.