Los recientes bombardeos israelíes contra instalaciones de fabricación de misiles en Irán en la madrugada del sábado generaron una ola de condenas a nivel internacional y preocupaciones por una posible escalada en Oriente Medio. Los ataques, que Israel justificó como una medida defensiva ante las amenazas iraníes, suscitaron reacciones inmediatas de varios países de la región y potencias mundiales, que llamaron a la moderación para evitar un conflicto de mayor envergadura.
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La respuesta de Irán y sus aliados
Irán reaccionó enérgicamente, calificando los bombardeos como una “agresión extranjera” y afirmando que “tiene el derecho y el deber de defenderse” ante estos actos. En un comunicado, la cancillería iraní citó el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas para justificar su derecho a la legítima defensa, declarando que cualquier acto hostil por parte de Israel será respondido. El gobierno iraní también denunció que el ataque es parte de una serie de provocaciones que buscan desestabilizar la región.
El movimiento islamista libanés Hezbolá, respaldado por Irán, condenó los ataques israelíes, describiéndolos como una “peligrosa escalada” que podría tener repercusiones en todo Oriente Medio. Además, responsabilizó a Estados Unidos de las tragedias causadas por su aliado Israel, y advirtió que la situación podría empeorar si no se toman medidas para frenar la violencia.
Naciones Unidas y la comunidad internacional
Desde Naciones Unidas, el secretario general, Antonio Guterres, expresó su profunda preocupación por la creciente violencia en la región. En un comunicado emitido por su portavoz, Stéphane Dujarric, Guterres hizo un llamado urgente a todas las partes para evitar una guerra regional total, subrayando la necesidad de regresar al camino de la diplomacia y las negociaciones pacíficas.
Rusia también se pronunció, advirtiendo sobre una “escalada explosiva” en las hostilidades entre Israel e Irán. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, instó a ambas partes a actuar con moderación, resaltando que cualquier conflicto prolongado podría desestabilizar la región y tener consecuencias globales.
Arabia Saudita, por su parte, condenó firmemente los ataques israelíes y reiteró su postura de rechazo a la escalada del conflicto. A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores en la red social X, el reino llamó a las partes involucradas a evitar acciones que puedan agravar aún más la tensión en Oriente Medio.
De manera similar, Emiratos Árabes Unidos expresó su “profunda preocupación” por la escalada en la región. Abu Dabi condenó los bombardeos israelíes y subrayó que la continua violencia pone en riesgo la seguridad y estabilidad regionales, reiterando su llamado a la moderación.
El papel de los mediadores y otros actores regionales
Omán, conocido por sus estrechas relaciones con Irán y su papel de mediador entre Teherán y los países occidentales, también condenó los ataques. El gobierno omaní advirtió que esta escalada alimenta el ciclo de violencia y socava los esfuerzos de desescalada que se han intentado en las últimas semanas.
Catar fue otra de las voces que se alzaron contra el ataque, describiendo la acción israelí como una “flagrante violación de la soberanía de Irán”. El Ministerio de Relaciones Exteriores catarí hizo un llamado a todas las partes a resolver sus diferencias mediante el diálogo y a evitar acciones que aumenten la inestabilidad en la región.
Kuwait se sumó a las condenas y acusó a Israel de implementar una “política de caos” que amenaza la seguridad en Oriente Medio. El Ministerio de Relaciones Exteriores kuwaití subrayó que los ataques israelíes son una muestra más de la intención de Israel de desestabilizar la región con actos provocadores.
Baréin, que normalizó relaciones diplomáticas con Israel en 2020 como parte de los Acuerdos de Abraham, también expresó su preocupación por la creciente tensión. En un comunicado, el gobierno bareiní condenó la “operación militar” de Israel y advirtió que la escalada de tensiones podría poner en riesgo la paz regional.
Reacciones desde fuera de la región
Pakistán, un aliado cercano de Estados Unidos en la región y vecino de Irán, condenó con firmeza los bombardeos israelíes. Islamabad culpó a Israel de la escalada del conflicto y lo responsabilizó de las consecuencias que este ataque pueda tener en la seguridad regional.
Irak, un país que ha sido escenario de conflictos con Israel y que mantiene una estrecha relación con Irán, también reaccionó duramente. El portavoz del gobierno iraquí, Basim Alawadi, calificó los ataques israelíes como un “comportamiento brutal” y advirtió que el silencio de la comunidad internacional solo agrava la situación.
Siria, otro cercano aliado de Irán, condenó lo que describió como “agresiones israelíes” y afirmó que apoya el derecho legítimo de Irán a defenderse de estos ataques. El gobierno sirio ha estado involucrado en enfrentamientos con Israel en el pasado y mantiene su firme postura contra las acciones militares israelíes en la región.
En Afganistán, el gobierno talibán condenó los ataques y expresó su preocupación de que esta escalada de violencia en Irán empeorará la situación en Oriente Medio. Kabul advirtió que estos actos sólo intensifican las tensiones en una región ya volátil.
Respuesta de Turquía y Occidente
Turquía, una potencia regional con relaciones fluctuantes con Israel, también condenó los bombardeos y pidió a la comunidad internacional que intervenga. El Ministerio de Relaciones Exteriores turco solicitó una acción inmediata para “detener” al gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y poner fin a las hostilidades.
En Occidente, el primer ministro británico, Keir Starmer, reconoció el derecho de Israel a defenderse de las agresiones iraníes, pero advirtió que Irán no debe responder militarmente para evitar una mayor escalada en la región. Starmer instó a ambas partes a actuar con moderación para prevenir un conflicto más amplio.
La Unión Europea también se sumó a los llamados a la moderación, pidiendo a todas las partes involucradas que eviten cualquier acción que pueda descontrolar la situación. Bruselas mostró su preocupación por una posible “escalada incontrolable” que desestabilice Oriente Medio y socave los esfuerzos de paz.
Francia y Alemania también hicieron llamados a la calma. París instó a todas las partes a abstenerse de cualquier acción que pueda agravar la tensión en la región, mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió a Irán que debe detener la escalada inmediatamente para abrir la puerta a una resolución pacífica del conflicto.
España, por su parte, reiteró su llamado a la contención y a detener el aumento de la violencia. Madrid instó a ambas partes a evitar más enfrentamientos que puedan desestabilizar la región y generar mayores consecuencias a nivel global.
En América Latina, Brasil y Venezuela también reaccionaron a los bombardeos israelíes. El gobierno brasileño expresó su preocupación por la escalada del conflicto y reiteró su llamado a la moderación. Por su parte, Venezuela condenó los ataques israelíes, calificándolos como agresiones injustificadas y una amenaza para la paz y seguridad regionales.