El presidente de Liberia, Charles Taylor, presionado por Estados Unidos para que renuncie, dijo ayer que había aceptado dimitir, pero condicionó su salida al envío de una fuerza internacional de paz para impedir un caos tras su alejamiento.
“Lo más importante ahora es que fuerzas internacionales de paz vengan a Liberia tan pronto como sea posible para ocuparse de la situación si yo dejo el poder”, dijo Taylor a los periodistas frente a la mansión presidencial.
El líder advirtió que si no llegan fuerzas extranjeras, “las cosas podrían ser extremadamente caóticas”.
Un funcionario nigeriano aseguró que el mandatario, sospechoso de haber fomentado problemas en los conflictos de África occidental y buscado por su responsabilidad en crímenes de guerra en Sierra Leona, aceptó una oferta de asilo en Nigeria.
Cuando se le preguntó sobre este tema, Taylor no negó que había aceptado la oferta de asilo y dijo que ese no era el tema más importante en estos momentos.
El presidente Taylor ha estado bajo fuerte presión para que renuncie desde que unos 700 civiles murieron el mes pasado por los ataques de los rebeldes en Monrovia. Los insurgentes controlan casi dos tercios del país fundado hace más de 150 años por esclavos liberados en Estados Unidos.
EE. UU. actúa
Las declaraciones de Taylor animaron al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien pidió al Pentágono mandar expertos a África occidental para discutir con las Naciones Unidas y otros países de la región la manera de lograr una estabilidad en Liberia, dijo el portavoz Ari Fleischer.
“El presidente insta al señor Taylor a reforzar sus alentadoras palabras con hechos, de manera que pueda alcanzarse la estabilidad en la región, que pueda alcanzarse la paz”, dijo.
Agregó que Bush todavía no ha decidido enviar soldados estadounidenses del cuerpo de paz a Liberia, pero dejó abierta la posibilidad de que se adopte una decisión este fin de semana.
La salida de Taylor es considerada como un elemento esencial para la paz, un tema que Bush abordará la próxima semana durante un viaje que tiene previsto realizar a África.
Mientras, jefes militares de África occidental prometieron tener 3.000 soldados de la región y dijeron que esperan colaboración de otros países para forma un cuerpo de paz de 5.000 hombres.