Caracas (AP). Líderes de toda América Latina y el Caribe se comprometieron a combatir la pobreza y proteger sus economías de la crisis económica global, en el cierre de la cumbre que instituyó un nuevo bloque regional que excluye a Estados Unidos y Canadá.
Los presidentes subrayaron durante la cumbre de dos días que esperan sobrellevar estos tiempos difíciles, impulsando sus industrias locales y procurando incrementar el comercio dentro de la región, lo cual quedó plasmado en la Declaración de Caracas cuya redacción fue aprobada por unanimidad hoy.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, explicó que está pendiente la fórmula para la toma de decisiones del grupo, que por ahora se mantendrá por consenso y será objeto de mayor debate en próximas reuniones. Ecuador propuso la toma de decisiones por mayoría calificada.
También se aprobó una cláusula relativa a las normas democráticas y una declaración de principios compartidos, incluyendo la defensa y respeto de los derechos humanos.
Fueron aprobadas resoluciones en torno al compromiso regional en contra del narcotráfico, el terrorismo y las sanciones estadounidenses contra Cuba vigentes desde 1962.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, un conservador que asumió la presidencia rotativa del nuevo grupo, expresó su confianza en que el foro fomentará la cooperación regional a pesar de las diferencias políticas. Adelantó que la próxima cumbre será en Santiago en 2012.
"Sin duda que partimos con diferencias de opinión, viva la diferencia", expresó Piñera.
"Espero que a lo largo de estos meses trabajaremos juntos (los tres gobiernos), guiados por los principios de la libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos, la justicia y por sobre todo nuestro profundo amor por nuestros pueblos, logremos tener un trabajo fecundo y una de esas, podemos acercar posiciones", agregó Piñera en alusión a la troika, o dirección ejecutiva de tres miembros que tendrá la CELAC, y que comparte con Chávez y el mandatario cubano Raúl Castro.
La troika, mantenida provisionalmente para atender una solitud de caribeña de tener allí un representante, la conforman Chile, Venezuela quien entrega la dirección del organismo, y Cuba que lo dirigirá en 2013.
El tema económico copó la escena en la cumbre.
Hasta ahora los problemas económicos que agobian a Estados Unidos y Europa, no han golpeado de lleno a América Latina y el Caribe, región que en conjunto creció más de 5% el año pasado. Los líderes de los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños están buscando formas de fortalecer aún más sus economías.
Brasil, Colombia y Argentina expresaron su interés en reducir las importaciones de fuera de América Latina para evitar futuros sobresaltos.
En ese sentido, los presidentes de Colombia y Argentina, Juan Manuel Santos y Cristina Fernández, respectivamente, coincidieron en que la región cuenta con las materias primas, las fuentes energéticas y los recursos humanos para completar esa integración, pero se hace necesario fortalecer el comercio regional.
"Cuando uno compara el comercio interregional, como el de Colombia y Brasil, es un comercio mínimo frente al potencial que tenemos", resaltó Santos al advertir de los peligros de depender de exportaciones extra regionales.
Analistas independientes y organismos como la Comisión Económica para América Latina (Cepal) han advertido que el retraimiento del comercio mundial es una de las consecuencias de la crisis que podría impactar a las economías en vías de desarrollo.
Como consecuencia de la crisis en Europa y otros socios comerciales tradicionales de América Latina, la región podría experimentar una desaceleración importante. Se espera que América Latina crezca en un 3,8% en 2012.
"De acuerdo a las cifras de Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), que conforman Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay, México, Venezuela y Uruguay y se creó en 1980, el comercio entre nosotros, es 16%, equivalente a 164.000 millones de dólares, mientras el 84% restante es con países ajenos a la región", señaló la presidenta argentina.
"Sugiero que estás cumbres (hay que) tornarlas un poco más ejecutivas, abordando temas más efectivos, más conducentes a lograr mecanismos de integración, una infraestructura... y que el comercio intrazona sea una de sus prioridades", sentenció.
El mandatario boliviano Evo Morales manifestó que la región también tiene la tarea importante de crear organismos financieros propios que permitan que los pequeños productores, asociaciones y microempresas, puedan acceder a créditos.
"En este momento cuando ese modelo neoliberal se cae, es el momento para hacer profundas proyecciones en bien de la humanidad", dijo Morales.
Añadió que "parece que es una crisis terminal, estructural del capitalismo, y siento que estamos reunidos en un buen momento para debatir, para analizar y proyectar la gran unidad de los países de América sin Estado Unidos, para poder liberar a nuestros pueblos".
El presidente venezolano y algunos de sus aliados más cercanos esperan que el bloque regional sirva además para contrarrestar la influencia de Estados Unidos.
"Es el tiempo de América Latina y el Caribe, construyamos un espacio geopolítico, tal cual era el proyecto de Bolívar", dijo Chávez en alusión al sueño de unidad del prócer de la independencia sudamericana, Simón Bolívar, quien advertía que la unión de las antiguas colonias españolas era urgente para contrarrestar la influencia que ya vislumbraba intentarían Estados Unidos y las potencias coloniales sobre la región. Fracasó en su empeño y murió pobre y odiado en 1830.
El grupo, a diferencia de la OEA, con sede en Washington, tendrá a Cuba como miembro de pleno derecho y excluye a Estados Unidos y Canadá.
"Es claro que necesitamos un nuevo sistema interamericano. Sus sesgos y atavismos acumulados la vuelven ineficiente y poco confiable para los nuevos tiempos", dijo Correa sobre la OEA durante su intervención en la Cumbre.
Otros manifestaron su esperanza que CELAC sirva para establecer vínculos más estrechos, resolver conflictos, promover el desarrollo económico y combatir la pobreza; pero no para sustituir a la OEA.
La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissesar, sugirió que una nación del Caribe de habla inglesa sea parte de la dirección de la entidad, en lugar de la troika que se propuso originalmente.