Buenos Aires
El conservador Mauricio Macri fue elegido el nuevo presidente de Argentina, según sondeos de boca de urna que se conocieron al cerrar los centros de votación de una elección que lo enfrentó al candidato oficialista Daniel Scioli y pone fin a doce años de kirchnerismo.
Mientras en el búnker de Scioli reinaba la cautela y esperaban los resultados oficiales, en la sede de campaña de Macri el clima era de euforia y festejo seguros del triunfo de su alianza Cambiemos, que forjaron junto con los radicales de la UCR (social-demócratas).
Cuatro sondeos coincidentes de televisoras argentinas daban por ganador a Macri, que debe suceder a la presidenta Cristina Kirchner. En el búnker de Daniel Scioli dijeron que esperarán los resultados oficiales.
Más de 32 millones de electores estaban convocados a votar en el histórico balotaje que designará al sucesor de Cristina Kirchner entre Scioli y Macri.
"Debemos estar atentos únicamente a los intereses de la patria, a los intereses de nuestro país, sin formar o ir haciendo de perrito de cola", escribió Kirchner en su cuenta de Twitter cuando faltaban menos de dos horas para cerrar la elección.
La Cámara Nacional Electoral prevé informar los primeros resultados hacia las 19H30 locales (22H30 GMT) y una tendencia irreversible se anuncia hacia las 22H00 locales (01H00 GMT).
El vencedor asumirá el 10 de diciembre, cuando finalice el gobierno de Kirchner (2007-2015) que cerrará un ciclo de 12 años iniciado por su fallecido esposo, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
En la primera vuelta, el 25 de octubre, Scioli, un moderado apoyado por la peronista de centroizquierda Kirchner, obtuvo 37,0% de los votos frente a Macri (34,1%).
Los sondeos previos vaticinaron un triunfo de Macri en balotaje, aunque mostraron que los indecisos superaban el 11% en este país de 40 millones de habitantes.
"Estamos felices de haber participado de una jornada histórica como esta. Argentina no será igual", indicó Ernesto Sanz, líder del radicalismo, en medio de la fiesta en el búnker de Macri.
Si gana Macri (56 años), será la primera vez que un líder de derecha llega al poder por las urnas en elecciones libres, sin una dictadura que lo sostenga, ni fraudes o candidatos proscriptos.
En su vida democrática Argentina alternó en el poder al Partido Justicialista (PJ, peronista) o la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata).
Scioli (58 años) es un excampeón mundial de motonáutica e hijo de un comerciante que urdió una alianza táctica con Kirchner, pero sin su estilo confrontativo ni radical.
"Nunca hubo 12 años con la estabilidad económica y social que ofrecieron estos gobiernos", se defendió Kirchner tras sufragar en Río Gallegos, 2.500 km al sur de Buenos Aires, en la provincia de Santa Cruz que su esposo gobernó por tres periodos.
El gobierno saliente deja una economía con señales de débil crecimiento, de 2,2% en el primer semestre, una inflación superior al 20% y menguadas reservas en el Banco Central.
El consumo se sostiene con programas de incentivos y ajustes de salarios en negociaciones libres sindicatos-empresas (paritarias).
Los Kirchner reestatizaron empresas de servicios y nacionalizaron la del petróleo. Arreglaron el 93% de la deuda en 'default' desde 2001.
Pero el 7% de acreedores, los fondos especulativos (buitres), le plantean un duro litigio en Nueva York.
En 12 años se crearon cinco millones de empleos, se alentó la ciencia y la tecnología y millones de personas gozan de subsidios y jubilaciones especiales.
"El futuro va a ser el que quieran los argentinos, con memoria y con la certeza de que nada es para siempre y que hay que cuidarlo", dijo Kirchner.
Macri, defensor de la libre empresa e ingeniero de profesión, capitaliza el voto de rechazo al kirchnerismo y su fuerza electoral descansa en las grandes ciudades del centro del país.
En la primera vuelta venció al peronismo en su reducto histórico de la provincia de Buenos Aires (centro-este), donde Scioli gobierna desde 2007.
Scioli nació a la política al amparo del expresidente peronista de derecha Carlos Menem (1989-1999), aunque luego viró y fue vicepresidente de Néstor Kirchner.
En su campaña se mostró conciliador hasta la primera vuelta, pero agresivo de cara al balotaje.
Perdió su brazo derecho en un accidente con su lancha en plena competición, vive con la exmodelo Karina Rabolini, juega con pasión al fútbol sala y tiene una hija de una relación anterior.