Desde que se inició la pandemia producto del coronavirus –oficialmente el 11 de marzo del 2020– la sociedad se dividió en dos fracciones: quienes creen en la emergencia sanitaria y las acciones que efectúan los gobiernos para frenar los contagios, y quienes minimizan la situación desacreditando los esfuerzos de las autoridades sanitarias.
Uno de estos esfuerzos es el avalar el uso de las vacunas contra la covid-19 y distribuirlas en todos los países con el fin de mermar los contagios, hospitalizaciones y fallecimientos por la enfermedad. Sin embargo, el movimiento antivacunas tomó fuerza y varios de sus líderes, para dar el ejemplo a sus seguidores, no se vacunaron contra el coronavirus, contrajeron la enfermedad y perdieron su vida.
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El caso más reciente es el de Cirsten Weldon, una promotora del colectivo ‘QAnon’ –colectivo estadounidense conspiracionista de extrema derecha– quien falleció el pasado 6 de enero, luego de permanecer varios días en una unidad de cuidados intensivos en Camarillo, en California.
Weldon, mejor conocida como ‘CirstenW’ en sus redes sociales, se oponía rotundamente a la vacunación contra la covid-19, e incluso, en una ocasión calificó de “idiotas” a quienes se inocularon contra la enfermedad. “¡Las vacunas matan! Así de crédulos son estos idiotas. ¡Todos se están vacunando!”. manifestó Weldon por medio de sus redes sociales.
Seis días antes de su muerte, el 31 de diciembre del 2021, publicó una foto utilizando una máscara de oxígeno y reveló que padecía una “neumonía bacteriana”, pero, según los medios estadounidenses, la mujer se negó a tomar tratamiento contra la covid-19.
Casi un mes antes, el 30 de noviembre, el televangelista estadounidense, Marcus Lamb, falleció luego de estar hospitalizado por contagiarse de covid-19. Lamb promovía por medio de su red televisiva llamada ‘Daystar’ una serie de “tratamientos alternativos” para tratar la enfermedad. Sin embargo, esto no evitó su infección y su deceso días después.
La muerte de Lamb fue confirmada por su esposa en una transmisión del programa evangélico. “Estaba muy sano, comía sano, mantenía su peso bajo y siempre mantenía su azúcar en un buen nivel. Pero al intentar tratarse contra la covid y la neumonía, hizo que su nivel de azúcar en la sangre se disparara y que su oxígeno se disminuyera, por eso fue al hospital, para poder tener oxígeno”, dijo su esposa, Joni Lamb.
“Él creía al 100% en todo lo que hemos hablado aquí en Daystar y ayudó a tantas personas en todo el mundo con los primeros tratamientos de protocolo para covid. Todavía mantenemos esa postura, obviamente”, añadió.
Por otra parte, en Austria, el 10 de noviembre del 2021, el líder antivacunas, Johann Biacsics, de 65 años, falleció en su casa ubicada en Wiener Neustadt, cerca de Viena. Biacsics no se vacunó contra el coronavirus y, según la prensa local, se intentó curar con enemas a base de dióxido de cloro, principio activo de la lavandina.
Este “tratamiento alternativo” suele compartirse comúnmente entre los antivacunas y fue sugerido por el expresidente estadounidense Donald Trump como remedio para “curarse”. Biacsics creyó que podría superar la enfermedad, por lo que se opuso a la hospitalización y prefirió tratarse con esta sustancia tóxica.
Sin embargo, días después perdió la vida a causa de la enfermedad. Este no fue el primer caso de decesos por curas erróneas contra la enfermedad en Austria, pues semanas atrás, dos personas fallecieron por haber tomado un vermicida para caballos, con la intención de curar su enfermedad.
Toda la desinformación que estos líderes antivacunas comparten, repercute en sus seguidores. Por ejemplo, los famosos presentadores de televisión y gemelos franceses, Igor y Grichka Bogdanoff, murieron a los 72 años, con menos de una semana de intervalo, a causa de la covid-19. Igor murió el 28 de diciembre anterior, y seis días después, el 3 de enero, falleció su gemelo Grichka.
Allegados a los gemelos confirmaron que no estaban vacunados contra la covid-19, pues además de sus múltiples cirugías estéticas, los hermanos se caracterizaban por creer en numerosas teorías de conspiración.
Asimismo, el domingo, la cantante checa, Hana Horka, falleció luego de voluntariamente exponerse a la covid-19 para recibir su pase sanitario, pues en República Checa, la prueba de una vacuna o de la reciente recuperación del coronavirus es necesaria en todos los lugares culturales y deportivos, así como en los bares y restaurantes.
Según el hijo de Horka, Jan Rek, los grupos antivacunas la convencieron de no vacunarse contra la enfermedad. Rek explicó que su madre además se expuso voluntariamente a la enfermedad que él y su padre, ambos vacunados, contrajeron antes de Navidad. “Ella decidió vivir normalmente con nosotros y prefirió contraer la enfermedad antes que ser vacunada”, añadió.
“Sé exactamente quién forjó su opinión (...). Me entristece que haya creído más en los extranjeros que en su propia familia”, lamentó Rek. Dos días antes de fallecer, la cantante escribió en sus redes sociales: “Sobreviví. Así que ahora habrá teatro, sauna, concierto y un viaje urgente al mar”.
Si bien, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacuna no inmuniza completamente, pues siempre existe un porcentaje de riesgo de infección, ayuda en caso de un contagio. “La inmunidad, que ayuda a las personas vacunadas a luchar contra este virus en caso de infección, reduce la probabilidad de que lo contagien a otras personas y, por tanto, también protege a estas”, aseguró la OMS en su sitio web.