Dubai. EFE y AFP. Un tribunal de Arabia Saudí condenó a un profesor de Química de una escuela secundaria a recibir 750 latigazos y a más de tres años de cárcel por una supuesta blasfemia, informaron ayer fuentes judiciales.
Mohamad al Harbi fue acusado de infundir dudas en las creencias de sus alumnos, por discutir con ellos temas como el cristianismo y el judaísmo, según especificó el texto de la acusación, que tachó al maestro de "blasfemo".
El profesor fue denunciado por algunos de sus propios alumnos y por profesores de la escuela donde trabajaba, añadieron las fuentes.
El fallo judicial se produjo el sábado en un tribunal de la ciudad de Bukhaira y el juez, Abdallah Alí Al Dujeil, dijo que condenó a al Harbi por "burlarse del Islam delante de sus alumnos y adoptar ideas depravadas", indicó Lahem.
El docente fue condenado, en palabras del juez, por haberse "burlado de las personas que se dejan crecer la barba y por haber expuesto en la pared de la clase un artículo publicado por el diario saudí Al Jazira criticando a los extremistas".
También reprocharon al profesor que "prohibiera a los alumnos que salieran de clase para hacer las abluciones antes de la oración".
Lahem, abogado moderado y reformista, indicó que su cliente había recibido "varias amenazas de desconocidos porque es conocido por criticar las ideas extremistas".
La organización humanitaria Human Rights Watch criticó la condena y acusó al Gobierno saudí de "encarcelar a profesores que mantienen discusiones abiertas con sus discípulos".
Arabia Saudí aplica una estricta interpretación de la Sharia (ley islámica) y condena a la pena capital en los delitos de sangre, tráfico de drogas y violaciones, entre otros. Otros castigos son amputaciones y latigazos.