Santiago. AP. Miles de profesores se manifestaron ayer para presionar al Gobierno por mejoras salariales y en las principales ciudades realizaron marchas pacíficas, vigilada por un inusual despliegue policial.
La policía halló una residencia que funcionaba como centro de abastecimiento de bombas incendiarias y detuvo a seis personas, informó el ministro del Interior, Belisario Velasco.
En Santiago, los dirigentes de los maestros aceptaron de mala gana el cambio en el trazado de la marcha, que los alejó del sector céntrico, y después de caminar unas 20 cuadras llegaron al frontis del Ministerio de Educación, donde entregaron un petitorio.
En la marcha participaron unas 5.000 personas, según radioemisoras locales, y 2.000 según la policía, la mayoría eran estudiantes de secundaria que paralizaron en apoyo de los maestros.
Cuando la mayoría de los manifestantes se dispersó pacíficamente, pequeños grupos de estudiantes lanzaron limones a la policía, que contestó con el uso de sus carros lanzaagua.
El máximo dirigente de los profesores, Jorge Pavez, dijo que la movilización fue exitosa, mientras la subsecretaria de Educación, Pilar Romaguera, aseguró que la huelga solo fue acatada por un 24% de los maestros y que el 69% de los alumnos acudió a las escuelas.
Los profesores demandan un reajuste salarial del 5% y una asignación por títulos e incentivos para que se jubilen los maestros mayores de 60 ó 65 años.
El Gobierno afirma que las demandas equivalen a unos $685 millones anuales, aunque los maestros dicen que no llega a los $100 millones.
Los profesores incluyen en sus peticiones unas de las principales exigencias de los estudiantes de secundaria en el sentido de cambios profundos en la Ley Orgánica Constitucional de la Educación (LOCE), que dio vida a distintos tipos de enseñanza, según los ingresos de los usuarios.
Varios sectores esperan lograr mejoras en sus ingresos alentados por la bonanza que vive el país ante los precios del cobre, pero el Gobierno dice que ahorrará.