EscucharTbilisi. Veintiséis personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía de Georgia este lunes. Las autoridades confirmaron el martes esta cifra, mientras el país enfrenta su sexta noche de protestas proeuropeas.
Los rescatistas trasladaron a 26 personas a centros médicos, entre ellas 23 manifestantes y tres policías, informó el Ministerio de Salud en un comunicado oficial.
Miles de manifestantes favorables a la adhesión de Georgia a la Unión Europea se congregaron frente al Parlamento en Tiflis, la capital, este lunes por la noche. Fue el quinto día consecutivo de protestas, que terminaron con la intervención de la policía. La crisis política se intensifica ante el rechazo al gobierno prorruso del país caucásico.
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Las tensiones políticas surgieron tras las elecciones legislativas del 26 de octubre. El partido de gobierno, Sueño Georgiano, se adjudicó la victoria en medio de denuncias de fraude por parte de la oposición y de la presidenta prooccidental, Salomé Zurabishvili.
El martes, el primer ministro Irakli Kobajidze acusó a la oposición de promover la violencia en las manifestaciones. El lunes afirmó que estas protestas están financiadas desde el extranjero y aseguró que no permitirá una revolución en Georgia.
Sueño Georgiano, en el poder desde 2012, desató las protestas al aplazar las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea hasta 2028, un objetivo establecido en la Constitución de esta exrepública soviética.
La oposición acusa al gobierno de buscar un acercamiento con Moscú e imitar métodos represivos y autoritarios. En las marchas, los manifestantes expresan su rechazo a Rusia y su apoyo a la Unión Europea, coreando consignas contrarias al Kremlin.
“Queremos libertad. No queremos regresar a Rusia”, declaró Nika Maghradzé, un manifestante de 21 años.
Georgia sigue marcada por la invasión rusa en 2008 y teme una nueva ofensiva similar a la de Ucrania. Aunque obtuvo el estatus de candidato a la Unión Europea en diciembre de 2023, Bruselas suspendió el proceso por considerar que el gobierno georgiano ha tomado medidas contrarias a los valores democráticos.
