Bogotá. AFP. Las pruebas de supervivencia de 12 políticos que hacen parte de los 58 secuestrados en Colombia que las marxistas FARC quieren canjear por 500 rebeldes presos, revivió en sus familias la expectativa de una negociación, aunque el Gobierno y esa guerrilla mantienen posiciones hasta ahora irreconciliables.
En un video divulgado el domingo y grabado el 8 de agosto, los 12 rehenes piden al presidente, Álvaro Uribe, aceptar la condición impuesta por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de desmilitarizar los municipios de Florida y Pradera, en el departamento suroriental del Valle, para negociar el intercambio.
Pese a que en el video los 12 exdiputados de la asamblea departamental del Valle afirman encontrarse bien de salud, se evidencian las precarias condiciones físicas en que se encuentran.
“Aunque nos alegra poder saber de ellos, preocupa su estado físico”, comentó telefónicamente Marleny Orjuela, vocera de los familiares de militares en poder de esa guerrilla.
Si bien Orjuela celebró la prueba de supervivencia de los políticos, se quejó de que los rebeldes no hubieran enviado también pruebas de los militares.
“Pedimos a las FARC pruebas de ellos también, pues de algunos no sabemos nada desde hace tres años”, expresó.
A diferencia de los familiares de los políticos, que interpretaron el video como una muestra de la voluntad de la guerrilla de negociar el canje, Orjuela no es tan optimista.
“No hay voluntad política por ahora” de guerrilla y gobierno para negociar, señaló Orjuela, quien asegura que solo lo creerá “cuando veamos sentados en la mesa de negociación a las dos partes”.