La Iniciativa de Países Altamente Endeudados (HIPC, en inglés) procura aliviar la carga de deudas que tienen los países más pobres del mundo.
Este plan es impulsado por las naciones más ricas (G-7) agrupadas en el llamado Grupo Consultivo.
Entre los países que podrían ser beneficiados con el perdón de un alto porcentaje de su deuda externa o refinanciamiento de sus préstamos están Bolivia, Honduras y Nicaragua.
Para dar el visto bueno, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial estudian el comportamiento de la política económica de esas naciones.
Nicaragua se encuentra en “observación” y su incursión depende de la aprobación de una serie de leyes.
En el caso de que el G-7 apruebe la condonación del 80 por ciento de la deuda externa nicaragüense, sus acreedores, entre ellos Costa Rica, deberán buscar una forma de suavizar las condiciones de los préstamos. Este país debe al nuestro $500 millones. El Grupo Consultivo podría pronunciarse a finales de este año o principios del próximo sobre Nicaragua.