Bakú. La COP29 en Bakú discute el financiamiento necesario para que los países en desarrollo enfrenten el cambio climático con fondos de ayuda pública y privada.
La COP29 en Bakú busca obtener un billón de dólares anual a nivel mundial para ayudar a los países en desarrollo a reducir su dependencia de los combustibles fósiles y adaptarse a los desastres climáticos.
Las negociaciones de la conferencia anual sobre el clima de las Naciones Unidas deberían concluir el 22 de noviembre con un acuerdo financiero. Se espera que los países occidentales y Japón definan cuánto aportarán, además del compromiso previo de $100.000 millones anuales para 2020-2025.
¿Qué necesitan los países en desarrollo?
Los expertos designados por la ONU estiman que los países en desarrollo (excluyendo a China) requieren $2,4 billones anuales hasta 2030, distribuidos así:
- Aproximadamente dos tercios para la transición energética (solar, etc.);
- El resto para la adaptación al cambio climático, la reparación de desastres y la protección de la naturaleza.
De este monto, la mayor parte debe provenir de las finanzas internas de los países afectados, pero se espera que un billón de dólares anuales provenga de “financiación externa”: ayuda pública de países ricos, inversiones privadas extranjeras o impuestos globales, según el informe de expertos presentado en Bakú.
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¿Cuánto contribuirán los países ricos?
Esta pregunta resuena en la COP29. “Sería entre $300 y $400.000 millones”, afirma el economista Amar Bhattacharya, coautor del informe junto a Nicholas Stern. Esto implica al menos triplicar el compromiso previo de $100.000 millones.
No obstante, contribuyentes como Francia y Alemania alegan dificultades presupuestarias. Estados Unidos podría incluso abandonar el Acuerdo de París de 2015, piedra angular de las negociaciones climáticas, y también el organismo de la ONU dedicado al clima.
Para 2035, las necesidades de financiación externa de los países en desarrollo alcanzarían $1,3 billones anuales, según el mismo informe.
¿Cuánto aportan actualmente los países desarrollados?
En 2022, los países ricos aportaron $116.000 millones en ayuda climática, cumpliendo su promesa con dos años de retraso. La falta de una definición de “financiación climática” genera críticas: ¿puede contarse como ayuda la renovación energética de un hotel de lujo en Kenia? ¿Un préstamo a un país pobre es ayuda real?
Varios institutos han intentado evaluar si los países desarrollados cumplen con su “parte justa” según sus emisiones históricas, riqueza y población. Según el instituto ODI (datos de 2022), Noruega lidera, seguido de Francia con $11.000 millones en financiación climática, el doble de su “parte justa”, aunque se prevén recortes para 2025. Alemania ocupa el cuarto lugar con $14.000 millones. Estados Unidos ($14.000 millones, un tercio de su “parte justa”) y Grecia cierran la lista.
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¿Qué contribuciones harán China y los países del Golfo?
Los países desarrollados buscan que el grupo, establecido en 1992 en la Convención de la ONU sobre el clima, incluya a China y otros países emergentes ricos.
También se espera que estos aporten con transparencia similar. Desde 2016, China proporcionó y movilizó 177.000 millones de yuanes (unos $24.500 millones) para acción climática en otros países en desarrollo, afirmó el viceprimer ministro Ding Xuexiang en Bakú.
Sin embargo, el 97% de esta ayuda corresponde a préstamos, según un informe del Centro para el Desarrollo Global (CGD). Por su parte, los países del Golfo han sido discretos: Emiratos Árabes Unidos prometió $30.000 millones en un fondo bajo su control, fuera de la gestión de la ONU Clima.