Beirut. Cientos de bíperes y walkie-talkies de miembros del movimiento islamista Hezbolá estallaron en todo Líbano esta semana, un ataque sin precedentes que mató a 37 personas y dejó casi 3.000 heridos.
Estas explosiones ocurridas el martes y el miércoles asestaron un duro golpe a esta milicia afín a Irán, que acusó a Israel de la responsabilidad y prometió vengarse.
El líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, tiene previsto hablar este jueves, un discurso que genera expectativas sobre cuál será la respuesta del grupo.
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¿Qué ocurrió?
El ataque comenzó el martes cuando cientos de bíperes de miembros de Hezbolá estallaron casi simultáneamente en varios bastiones del movimiento en el sur de Beirut, en el este de Líbano y en la frontera sur. Esta primera ola de explosiones dejó al menos 12 muertos, según el Ministerio de Salud de Líbano.
Tras este golpe, el miércoles estallaron walkie-talkies en bastiones de Hezbolá, dejando un saldo de 25 muertos.
Imágenes de AFPTV mostraron a personas corriendo para ponerse a salvo tras una explosión durante el funeral de cuatro milicianos de Hezbolá fallecidos por el estallido de aparatos de comunicación el martes en un suburbio de Beirut.
El ministro de Salud de Líbano, Firass Abiad, declaró a la cadena Al Jazeera que la segunda ola de explosiones fue más letal porque los walkie-talkies son aparatos más voluminosos.
Las milicias de Hezbolá estaban preocupadas por la seguridad de sus comunicaciones, después de haber perdido a varios altos cuadros en bombardeos israelíes en los últimos meses. Pero estos ataques sembraron el pánico en todo Líbano y no sólo en los bastiones de este movimiento aliado del grupo palestino Hamás.
¿Qué ha dicho Israel?
Israel se abstiene de comentar la serie de explosiones que comenzaron horas después de que anunciara la extensión a su frontera con Líbano de los objetivos de la guerra iniciada en octubre contra Hamás en la Franja de Gaza.
Desde que empezó la guerra en Gaza, la frontera con Líbano se convirtió en escenario de duelos de artillería casi diarios entre el ejército israelí y Hezbolá, que provocaron el desplazamiento de decenas de miles de civiles en ambos países.
Estos enfrentamientos, que no han llegado a constituir una guerra abierta, provocaron la muerte de cientos de personas en Líbano, la mayoría combatientes, y de decenas en Israel, un balance que incluye a soldados.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el miércoles que el “centro de gravedad” de la guerra se está moviendo “hacia el norte”.
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¿Cómo se llevaron a cabo los ataques?
Una razón que explica la letalidad del ataque radica en que es inusual que aparatos de comunicación sean utilizados como armas. Los expertos estiman que es probable que los explosivos fueran colocados dentro de los aparatos antes de que los dispositivos fueran entregados a Hezbolá.
Una investigación preliminar mostró que los bíperes “estaban preprogramados para estallar y contenían materiales explosivos colocados junto a la batería”, indicó un alto mando de seguridad de Líbano, que habló bajo condición de anonimato.
Una fuente cercana a Hezbolá dijo a esta agencia que “los buscapersonas que explotaron forman parte de un cargamento importado recientemente” por el movimiento.
El diario estadounidense The New York Times reportó que los bíperes que explotaron fueron encargados a la empresa taiwanesa Gold Apollo. La compañía informó que fueron fabricados por la entidad asociada BAC Consulting KFT en Hungría. Un portavoz del gobierno de Hungría indicó que la empresa era “un intermediario comercial, sin plantas de fabricación” en el país.
La empresa japonesa Icom afirmó que dejó de producir hace 10 años el modelo de walkie-talkies que presuntamente estallaron de forma simultánea en Líbano el miércoles.
¿Está involucrado Israel?
Algunos medios israelíes y expertos afirman que el estallido de los bíperes presenta indicios de ser un trabajo del Mosad, la agencia de inteligencia israelí, que es famosa por operaciones que aprovechan vulnerabilidades de sus blancos, como los asesinatos en venganza por la matanza de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich.
John Hannah, del Instituto Judío de Asuntos de Seguridad Nacional de Estados Unidos, calificó el ataque utilizando los bíperes como una “asombrosa muestra de la destreza de la inteligencia israelí”. Hannah afirmó que el Mosad demostró reiteradamente “la capacidad de penetrar profundamente en las redes más sensibles de sus peores enemigos”.
Estos ataques se producen casi un año después del ataque de Hamás del 7 de octubre, que fue un duro golpe para los servicios de inteligencia israelíes.