Washington. La descodificación del genoma humano abre el debate sobre quién posee los derechos de ese tesoro genético.
La ley asimila las sustancias orgánicas entre ellas los genes a productos químicos, susceptibles de recibir el calificativo de "invenciones". Actualmente en países como Estados Unidos es posible, por ejemplo, patentar un gen o una proteína específica, pero a condición de que haya sido aislada y "purificada".
Unos 20.000 genes han sido ya patentados en Estados Unidos, de los cuales sólo un millar son genes humanos completos, según Brigid Quinn, portavoz de la Oficina de diplomas y patentes (USPTO).
Para que un centro de investigación pueda trabajar sobre un gen protegido de este modo, debe pagar primero derechos de explotación o los derechos de patente, lo que podría retardar investigaciones vitales y complicar las pruebas de diagnóstico de enfermedades genéticas.
Preocupados por esto, el presidente estadounidense, Bill Clinton, y el primer ministro británico, Tony Blair, lanzaron en marzo un llamado para que el mapa del genoma humano sea considerado patrimonio de la humanidad.
Pero este llamado no cuestiona la política actual de otorgamiento de patentes, advierte el director del USPTO, Todd Dickinson.
"Los genes y demás invenciones genéticas pueden ser patentables, pues cumplen con los criterios de utilidad, novedad y carácter no evidente", añadió.
Para enfrentar las críticas, el USPTO decidió en diciembre de 1999 hacer más estrictos los criterios de examen de las peticiones.
Hasta ahora, por ejemplo, era suficiente con probar que se conocía la estructura de un gen. Las nuevas disposiciones hacen necesario demostrar una utilidad al menos teórica.
Numerosas voces se han elevado ya para reclamar una intervención legislativa. "El Congreso deberá dictar una excepción a la legislación actual de patentes, para reconocer la reivindicación pública sobre el genoma", pidió recientemente el diario The Washington Post .
Los legisladores podrían así obligar a las sociedades que detentan las patentes a poner sus genes a disposición de los investigadores, en condiciones financieras razonables.