Cerca de 60 rabinos difundieron ayer un dictamen en el que prohíben a cualquier judío tomar parte en la evacuación de la franja de Gaza, propuesta por el primer ministro, Ariel Sharon.
La orden levanta la polvareda de la polémica cuando aún se recuerda en Israel una serie de sentencias similares que condujeron en 1995 al asesinato del entonces primer ministro, Isaac Rabin.
En aquella época, el magnicida, Igal Amir, interpretó los veredictos rabínicos como una orden divina para neutralizar a quien “entregaba” partes de la bíblica Israel a los palestinos, dentro del proceso de paz de Oslo que había comenzado en 1993.
Rechazo
“Ningún judío puede participar o ayudar, de la forma que fuere, en el desmantelamiento de la colonización o de la presencia judía en Eretz Israel (la tierra de Israel)”, dice el fallo difundido ayer y firmado por líderes religiosos prominentes de Israel.
Entre ellos está el cuatro veces diputado Haim Drukman, exjefe de un seminario rabínico que compagina la vida militar con la religiosa, y del que han salido numerosos oficiales del Ejército.
Para echar más leña al fuego, la resolución rabínica se emite tan solo un día después de que uno de los exrabinos jefes de Israel, Abraham Shapira, exhortara a los soldados religiosos a desobedecer las órdenes del Ejército con respecto a la evacuación.
Entre tanto, el Ejército empezó a redesplegar anoche las tropas que participaban desde el 28 de setiembre en una operación en el norte de la franja de Gaza.
La operación trató de poner fin a los disparos de cohetes contra el territorio israelí.