"Nosotros proclamamos hoy el fin de la dictadura, del desorden en la gestión de los asuntos del Estado, de las mentiras y las falsas promesas, y del pensamiento único que durante demasiado tiempo asfixiaron la vida política malgache", declaró Rajoelina ante unas 40.000 personas congregadas en un estadio de Antananarivo.
Luego se dirigió a la comunidad internacional (que considera como un golpe de Estado su toma del poder después de la renuncia forzada del presidente Marc Ravalomanana) y prometió respetar las reglas del buen gobierno.
"A todos los pueblos y los gobernantes de los países amigos y asociados, socios capitalistas (...) que nos miran hoy: sepan que Madagascar es amigo de todas las naciones y de todos los ciudadanos del mundo (...), sepan que nosotros queremos el cambio en la forma de administrar nuestro país y que estamos decididos a aplicar los principios y las reglas del buen gobierno", añadió.
Poco antes, Andry Rajoelina, "presidente de la Alta Autoridad de Transición", había prestado juramento.
Luego señaló que "la principal misión que debe cumplir el poder de transición es realizar en un máximo de 24 meses la elaboración de una nueva Constitución, un código electoral con la instauración de un boletín único, una comisión electoral totalmente independiente, un estatuto de la oposición y fijar los plazos electorales".
Andry Rajoelina, que tiene 34 años, a pesar de que según la Constitución hay que tener al menos 40 para ocupar la presidencia, también "decidió indultar a todos los presos políticos encarcelados en el país".