El régimen de Nicaragua, a través de su vicepresidenta y vocera, Rosario Murillo, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel, tras una solicitud de la Asamblea Nacional nicaragüense. La decisión fue anunciada este viernes, en medio de tensiones políticas y condenas por parte del dictador Daniel Ortega hacia el gobierno israelí.
Murillo declaró que el presidente Ortega ordenó a la Cancillería de la República ejecutar la solicitud del parlamento y proceder con la ruptura de los lazos diplomáticos con lo que calificó como el “gobierno fascista y genocida de Israel”. En las próximas horas, se espera la publicación de un decreto presidencial formalizando esta decisión, según informaron medios nicaragüenses como La Prensa.
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El anuncio llega luego de que la Asamblea Nacional de Nicaragua, dominada por el orteguismo, aprobara una declaración en la que acusaba al gobierno de Israel de ser un “enemigo de la humanidad” y responsabilizaba al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por la guerra contra Hamás, que ha dejado, según los legisladores, más de 41,000 palestinos asesinados. La Asamblea calificó este conflicto como “una de las peores atrocidades del siglo XXI”.
La embajada de Israel en Costa Rica, representada por la embajadora Michal Gur-Aryeh, indicó a La Nación, este viernes por la tarde, “que hasta el momento no ha recibido ninguna comunicación oficial del gobierno nicaragüense respecto a la ruptura de relaciones diplomáticas”.
Apoyo a Palestina y condena a Israel
La decisión de Nicaragua refuerza su apoyo a Palestina. En la declaración emitida por la Asamblea, se señaló que el gobierno israelí, “con el apoyo de países imperialistas, intenta extender su barbarie en todo el Medio Oriente”, lo que pone en peligro la paz y la seguridad mundial. En línea con este discurso, Nicaragua defiende su postura de fortalecer sus lazos con el pueblo palestino, destacando su solidaridad histórica con la causa palestina.
Los legisladores reafirmaron su exigencia de que se cumplan todas las resoluciones de las Naciones Unidas para la creación de un Estado Palestino libre, soberano, independiente y autodeterminado. Esta posición fue manifestada por Nicaragua en enero de 2024, cuando solicitó participar en la demanda de Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en relación con la situación en la Franja de Gaza.
Esta ruptura representa una escalada en las tensiones diplomáticas de Nicaragua, que mantiene posturas críticas frente a gobiernos como el de Israel, al tiempo que refuerza su apoyo a los movimientos pro-palestinos.