Panamá. Martín Torrijos sintió un gran dolor hace cinco años cuando, con las elecciones, perdió también la oportunidad de recibir el Canal de Panamá, por cuya jurisdicción luchó su fallecido padre.
Pero esa frustración quedó atrás; el hijo del difunto hombre fuerte, Omar Torrijos, está embarcado en un nuevo intento por lograr la silla presidencial en los comicios del 2 de mayo, en los que se perfila como el gran favorito, según las encuestas.
Con rasgos físicos que recuerdan intensamente a su padre, Torrijos ha intentado librarse un poco de la figura del general y hacerse, como dice uno de sus colaboradores, una identidad propia en la política.
Con las energías de su juventud, Torrijos ha tratado de convencer al electorado de que busca y puede lograr un Panamá de oportunidades, seguro y con cero corrupción.
Rehuye a las diatribas y evita discutir sobre el pasado. Sus rivales lo atacan cada vez que pueden recordándole el período oscuro del régimen militar, del que su papá formó parte.
“Futuro, no pasado”
“Queremos una patria nueva, donde gobiernen mujeres y hombres capaces y honestos, que no lleguen al gobierno a servirse de él, a rebuscarse o a meter las manos”, dijo en un acto proselitista. “Representamos el futuro, no el pasado”.
Torrijos es nuevamente abanderado por el Partido Revolucionario Democrático (PRD) que fundó su padre en la década de los años 70. Hasta hace unos siete años, era casi un desconocido en la política.
Su irrupción se dio luego de que el entonces presidente perredista Ernesto Pérez Balladares perdió un referendo con el que buscaba abrir las puertas para la reelección.
Torrijos fue postulado a la presidencia, pero fue derrotado por la actual mandataria Mireya Moscoso, del Partido Arnulfista, acérrimo rival del PRD.
Martín fue uno de los seis hijos que tuvo el general Torrijos con cuatro mujeres diferentes. Vivió en Estados Unidos y regresó a Panamá en 1992, cuando el país se recuperaba de la invasión estadounidense que terminó con el régimen de Manuel Noriega. Torrijos acudió, en su primera campaña, a la figura de su padre; en esta, prefirió apostar por el futuro.