Máximo líder del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Alemán asumió la presidencia de Nicaragua en 1997 con el respaldo del 51 por ciento de la población en medio de promesas de abundancia y empleos, en un país donde más del 70 por ciento de los 4,8 millones de nicaragüenses vive en la pobreza.
Contando con su mayoría parlamentaria, Alemán había logrado burlar todos los intentos por lograr su desafuero, pero el jueves su destino cambió.
El Parlamento decidió el desafuero con el voto de 47 de los 92 diputados; posteriormente, la justicia le decretó prisión preventiva en una de sus haciendas.
Alemán, que en los años 80 –durante la revolución sandinista– se ganaba la vida vendiendo carbón y huevos en un modesto vehículo, es considerado ahora uno de los hombres más ricos del país.