Estados Unidos perdió su banca en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, tras un inesperado y sorpresivo resultado de la votación realizada ayer en el Consejo Económico y Social de la entidad multilateral.
"Estamos muy decepcionados por el resultado", declaró a la prensa el encargado de negociaciones estadounidense, James Cunningham, poco después de la votación, pero destacó que este revés no tendrá consecuencias sobre la política del país concerniente a los Derechos Humanos.
Estados Unidos fue integrante desde 1947 de esta Comisión con sede en Ginebra dedicada a vigilar el respeto de los derechos humanos en el mundo.
La Cancillería de Costa Rica informó ayer que avala la rotación de los cargos en organismos multilaterales.
Por su parte Cuba expresó su júbilo por la decisión, mientras que expertos creen que se trata de una clara señal contra Washington.
La votación
Para ocupar las tres bancas que representan al grupo occidental, los 54 miembros del Consejo Económico y Social (Ecosoc) eligieron a Francia, Austria y Suecia. Austria había sido dejada al margen de la Unión Europea, el año pasado, por haber permitido entrar en su gobierno a representantes de extrema derecha.
Francia obtuvo 52 votos sobre 53 votantes, Austria 41 y Suecia 32. Estados Unidos recibió solo 29 votos para poder retener su banca y quedó fuera de carrera.
El embajador de Francia, Jean-David Levitte, se congratuló por el "récord absoluto" de votos a favor de Francia, que atribuyó a una política fundada en el "diálogo y la cooperación".
Sobre el traspié, el departamento de Estado dijo que "estamos muy decepcionados y seguimos pensando que la Comisión de Derechos Humanos es un foro importante para discutir estas cuestiones".
"Lamentablemente, (la Comisión) no será más una institución tan fuerte con la ausencia de Estados Unidos", sostuvo la portavoz del Departamento Susan Pittman y agregó que "el compromiso y la resolución de Estados Unidos de responder a los problemas relacionados con los derechos del hombre en el mundo continúa siendo parte de la política estadounidense y no estará afectada por esta votación".
Un diplomático occidental consideró que la exclusión de Estados Unidos "no es necesariamente una buena cosa, porque la Comisión no puede ser activa sin la participación de la primera potencia mundial".
Los miembros de la Comisión son elegidos por tres años en forma rotativa sobre una base regional.