La Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), que representa a 1,2 millones de trabajadores, anunció este miércoles una huelga general indefinida en respuesta al intento del presidente Yoon Suk Yeol de imponer la ley marcial en el país. La organización calificó la medida como “irracional y antidemocrática” y aseguró que el mandatario “ha declarado el fin de su poder”.
Este llamado marca uno de los desafíos más importantes para el gobierno de Yoon, ya que el sindicato es conocido por liderar protestas históricas y movilizaciones masivas que marcó el rumbo político de Corea del Sur en el pasado.
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El papel de la KCTU: resistencia sindical frente al autoritarismo
La KCTU tiene un largo historial de lucha contra las políticas que percibe como regresivas o antidemocráticas. Desde huelgas masivas en los años 90 hasta su participación clave en las protestas que llevaron al impeachment de Park Geun-hye en 2017, la confederación ha sido una de las voces más fuertes en defensa de los derechos laborales y democráticos en el país.
En su comunicado oficial, la KCTU acusó a Yoon de intentar regresar a prácticas autoritarias propias de las dictaduras militares que marcaron la historia de Corea del Sur durante el siglo XX. “La ley marcial decretada por Yoon no solo viola los principios democráticos, sino que amenaza los derechos fundamentales de los ciudadanos, incluidos los trabajadores que representamos”, expresó un portavoz del sindicato.
La huelga general: un desafío para Yoon
El llamado a huelga general representa una amenaza directa a la estabilidad política y económica del gobierno. La KCTU tiene la capacidad de paralizar sectores clave como el transporte, la manufactura y la construcción, lo que podría tener un impacto inmediato en la economía surcoreana.
El sindicato también convocó a sus afiliados a participar en movilizaciones masivas frente al Parlamento en Seúl, exigiendo no solo la dimisión de Yoon, sino también el respeto a los principios democráticos que consideran violados.
“Este no es solo un ataque a los sindicatos, sino a todos los ciudadanos de Corea del Sur. No permitiremos que se instaure un régimen autoritario nuevamente en nuestro país”, declaró un líder sindical durante una manifestación.
Un mensaje claro: democracia sobre autoritarismo
Para la KCTU, el intento de Yoon de justificar la ley marcial como una medida de seguridad nacional contra “fuerzas comunistas” y “elementos antiestatales” no tiene fundamento. La organización sindical sostiene que el verdadero objetivo del mandatario era consolidar su poder y reprimir cualquier tipo de oposición.
El sindicato también señaló que continuará con la huelga hasta que el gobierno presente garantías de que no se repetirán acciones similares en el futuro. Además, exigieron que se realice una investigación independiente sobre los eventos que llevaron a la proclamación de la ley marcial y que se respete la libertad de expresión y asociación en el país.
¿Qué sigue para la KCTU y Corea del Sur?
El llamado a huelga general coloca a Corea del Sur en un momento crítico. La combinación de presión social, sindical y política podría llevar al debilitamiento del gobierno de Yoon Suk Yeol, similar a lo ocurrido con la expresidenta Park Geun-hye.
Por otro lado, si la huelga se extiende y los sectores clave de la economía se ven afectados, la posición del sindicato podría fortalecerse como un actor clave en la política surcoreana.
La Confederación Coreana de Sindicatos ha dejado claro que este es solo el comienzo. “No se trata solo de los derechos de los trabajadores; se trata del futuro de nuestra democracia”, concluyó su comunicado oficial.