“Creo que es obvio que la violencia es un tema muy preocupante para todos, es necesario que todos pongamos de nuestra parte para erradicar este problema, y las autoridades deben de diseñar las medidas necesarias para frenar cuanto antes la delincuencia que nos afecta a todos”, dijo el arzobispo de San Salvador, Fernándo Sáenz.
A diario, según las cifras policiales, ocurren en El Salvador un promedio de 12 muertes por causa de la violencia generada por las peligrosas pandillas, delincuentes comunes y crimen organizado, pese a la política represiva del gobierno de Antonio Saca, denominada Super mano dura.
“Aquí no solo son las pandillas el problema, aquí hay que ver que también hay crimen organizado, hay delincuencia común, y todo eso mezclado ha creado un grave problema de inseguridad que las autoridades de la policía no han podido controlar”, lamentó la Procuradora de Derechos Humanos, Beatrice Alamanni.