El espionaje estadounidense sospecha que Sadam Husein está vivo y dentro de Iraq, por lo que las tropas de ocupación incrementaron las operaciones de búsqueda del expresidente.
Después de no saber durante meses si los intentos por matarlo con bombardeos aéreos tuvieron éxito, dos agencias de espionaje llegaron a la conclusión de que el expresidente iraquí podría seguir con vida y apoyar los crecientes ataques contra las tropas estadounidenses en su país.
Esa deducción, que no es un hecho comprobado, se basa en la interceptación de comunicaciones entre miembros en fuga de los grupos de leales (como los Fedayin de Sadam) y de los antiguos servicios de inteligencia.
“Las comunicaciones interceptadas entre algunos simpatizantes de Sadam han incluido discusiones de que el expresidente está vivo y debe ser protegido”, dijeron fuentes gubernamentales que cita el diario The New York Times .
Tras la divulgación de esta nueva hipótesis, los responsables estadounidenses mostraron una prudencia unánime.
“No sabemos si está vivo o muerto”, señaló el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Scott McClellan, quien señaló: “Hay puntos de vista diferentes” dentro de las diversas agencias de espionaje.
Estados Unidos espera obtener información sobre Sadam de Abid Hamid Mahmud al Tikriti, su secretario privado, quien se entregó el lunes a las tropas de ocupación, aunque la noticia no se difundió sino hasta el miércoles.
Se cree que Mahmud fue una de las últimas personas que vio a Sadam antes de que éste se desvaneciera de Bagdad el día de la toma de la capital iraquí por parte de las tropas estadounidenses.
Fuerza 20
La búsqueda del expresidente y sus dos hijos, Uday y Qusay, se encargó a una unidad especial, la Fuerza 20, formada por miembros de las unidades élite del Ejército y la Marina, que cuentan con la cooperación de la CIA.
Pese a que la Casa Blanca insiste en restar importancia al misterio de qué ocurrió con Sadam, varios funcionarios reconocieron en los últimos días, en privado, que la incertidumbre es un obstáculo, ya que alienta las esperanzas de los leales al antiguo régimen iraquí.
El presidente del Comité de Fuerzas Armadas del Senado, el republicano John Warner, admitió ayer que la falta de datos sobre Sadam puede alimentar la creciente resistencia armada a las tropas estadounidenses que ocupan Iraq (unos 150.000 soldados).
Además, dijo, la duda puede crear la impresión, en la población iraquí, de que habrá represalias contra quienes colaboren con EE. UU. y el Reino Unido.