Buenos Aires. AFP. El alcalde de la capital argentina, Aníbal Ibarra, un aliado del presidente Néstor Kirchner, fue suspendido de su cargo para ser sometido a juicio de destitución por la tragedia en una discoteca que dejó 194 muertos, lo que en su criterio se trató de un golpe institucional en su contra.
"Fue lo más parecido a un golpe institucional con la formalidad de un juicio político", afirmó Ibarra, de centroizquierda, sobre la decisión, el lunes, del Parlamento de la ciudad de Buenos Aires, impulsada por una fuerza derechista, de enjuiciarlo por su presunta responsabilidad en la tragedia.
En declaraciones a la prensa en la puerta de su domicilio, consideró que los legisladores que integraron la sala acusadora del Parlamento comunal quisieron "fabricar un chivo expiatorio".
"Ellos lavan sus culpas con esto, los legisladores se ponen al costado de una tragedia que nos involucra a todos", dijo el separado alcalde sobre el trágico incendio, que el 30 de diciembre pasado dejó 194 muertos y un millar de heridos en la discoteca República Cromagnon.
Advirtió que con el proceso que le sigue la Legislatura "no se puede alcanzar la justicia ni la verdad" porque, según sostuvo, se trata de "una revancha política".
El vicealcalde Jorge Telerman, un peronista progresista, asumió ayer la jefatura del gobierno porteño, mientras se le sustancia el juicio político a Ibarra, un proceso a cargo de una sala juzgadora de la legislatura que se puede extender por cuatro meses.
La sala acusadora del Parlamento comunal reunió el lunes los 30 votos necesarios para suspender a Ibarra, acusado de incumplimiento de deberes.
El gobierno argentino, en tanto, mantuvo ayer silencio sobre la situación de Ibarra.