Londres. Muchos analistas ven la mano de Moscú en el envenenamiento en el Reino Unido del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija, ambos hospitalizados graves, aunque la investigación está en sus primeros estadios.
“Atacar a un espía que fue intercambiado, así como a un miembro de su familia, es algo nuevo”, constató en declaraciones a la AFP Bruce Jones, especialista en Rusia del centro de estudio militar británico Jane’s Defence.
Según Jones, las ventajas para Moscú serían varias: “es a la vez un castigo, una advertencia a quienes piensen traicionar, y una manera de desestabilizar al Reino Unido, muy hostil a Rusia”.
Para los críticos del Kremlin y del presidente Vladimir Putin, los motivos están claros.
“El veneno es el método favorito del FSB”, los servicios secretos rusos, estimó Yuri Felshtinsky, historiador, cercano a Alexander Litvinenko, el exagente secreto ruso envenenado con polonio en 2006 en Londres, un asesinato “probablemente aprobado” por Putin, según las conclusiones de una investigación oficial británica.
“En el contexto de la elección presidencial rusa, lleva la marca de un asesinato de Putin. Es un aviso al FSB de que todo traidor será perseguido y asesinado”, estimó en declaraciones reproducidas por la agencia británica Press Association.
“Es también una advertencia a todos los opositores políticos que se planteen seriamente desafiar al presidente”, sostuvo Felshtinsky.
Bill Browder es un gestor de fondos de inversión británico que promovió una ley estadounidense para imponer sanciones a los rusos culpables de violaciones de los derechos humanos, en respuesta a la muerte de un empleado suyo en una cárcel moscovita en circunstancias poco claras.
“Putin lo hace por el efecto demostración. Necesita tener aterrorizado a todo el mundo, y no tiene que matar a todo el mundo, sólo tiene que matar a unas pocas personas y dejarlo muy claro que te ocurrirá algo terrible si te interpones en el camino” del presidente, explicó Browder a la AFP.
Para Browder, sin embargo, el asunto no guarda relación con las elecciones del 18 de marzo porque Putin “está seguro de su popularidad”.
Bruce Jones estima que la razón de que se hubiera escogido el Reino Unido para el atentado es que “está en una posición vulnerable, algunos dudan del liderazgo de Theresa May, el país entra en una fase crucial del brexit con un gobierno débil”.
Según Browder, el motivo es la escasa reacción británica al asesinato de Litvinenko en Londres en 2006. Diez años más tarde, “cuando un juez de la Corte Suprema (británica) determinó que se trató de un atentado organizado desde Rusia, el gobierno no hizo nada. Esta inacción fue una invitación a Putin a matar en este país”.
Algunos analistas rusos también ven la mano del Kremlin. Pavel Felguengauer, analista del diario Novaya Gazeta, dijo no tener “ninguna duda de que se hizo siguiendo órdenes de Moscú porque nadie más podría estar interesado”.
“Entra en las tradiciones del FSB. Siempre pensaron, y siguen pensando, que hay que castigar a los traidores para mantener la disciplina en las filas de los servicios de seguridad”.
Otros, sin embargo, ponen en duda la teoría de la implicación rusa, como Mijail Liubimov, antiguo agente secreto ruso y escritor.
“Toda esta historia de las acusaciones a Moscú es una comedia”, dijo Liubimov.
”¿Quién es Skripal? ¿A quién le importa? Ya fue objeto de un intercambio, es decir, fue amnistiado. Si hubieran querido matarlo lo hubieran matado aquí, pero lo liberaron”, argumentó.
Alexander Golts, analista militar ruso entrevistado por la AFP, cree que “tampoco hay que olvidar que la gente como Skripal tiene un espíritu aventurero, nadie sabe en qué aventura pudo meterse en Gran Bretaña”.