Al menos 15 civiles han muerto en las últimas 24 horas por fuego de artillería en Donetsk, en el este de Ucrania, informaron hoy las autoridades municipales de esa ciudad, habitada por casi un millón de personas antes de la guerra entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos.
La capital de la región rebelde homónima es escenario de cañoneos diarios de los que se acusan los dos bandos desde hace varias semanas, cuando las tropas de Kiev anunciaron su intención de lanzar una ofensiva contra la urbe.
También Lugansk, al borde de una catástrofe humana y epicentro de los combates desde hace más de un mes, fue cañoneada en las últimas horas, según las milicias prorrusas que combaten tanto en la ciudad como en sus alrededores.
Los rebeldes aseguraron haber tomado tres localidades en la región (Slavianosesbsk, Krímskoe y Kírovsk) y haber matado a 19 soldados ucranianos durante los combates por esos núcleos.
Además, según el cuartel general de los separatistas, “24 combatientes de la 93ª Brigada (de las Fuerzas Armadas de Ucrania) depusieron las armas y se rindieron junto a la localidad de Novoánnovka (región de Lugansk) tras acabar rodeados por las milicias”.
Al mismo tiempo, en el tercer frente abierto por los sublevados en el litoral del de Marzo de Azov, a más de 100 kilómetros al sur de la ciudad de Donetsk, las milicias prorrusas se hicieron con el control de tres localidad próximas a Novoazovsk, tomada a su vez hace dos días.
Según el mando militar ucraniano, tropas rusas habrían participado en la exitosa contraofensiva lanzada por los rebeldes en la región de Donetsk y que culminó precisamente con la toma de Novoazóvsk, a unos 45 kilómetros de Mariupol, la segunda ciudad más importante y capital provisional de la región, a la que se han trasladado los órganos de poder leales a Kiev.
“Las fuerzas ucranianas preparan las defensas y minan los tramos mas peligrosos para el avance de los tanques (rusos) en la zona de Mariupol”, escribió en su Facebook el jefe del grupo “ Resistencia informativa ” sobre la marcha de la operación militar.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, denunció ayer que tropas regulares rusas con armamento pesado entraron en territorio ucraniano para reforzar las filas de los separatistas y frustrar la victoria de las fuerzas de Kiev.
Mientras, el presidente de EE. UU. , Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, responsabilizaron a Rusia de la escalada de violencia en Ucrania y apuntaron a las denuncias de Kiev como la prueba de esa agresión.