Stepanakert, Azerbaiyán
Los combates entre el Ejército de Azerbaiyán y las fuerzas de Armenia dejaron 13 muertos este lunes en la región de Nagorno Karabaj, donde persisten los combates por tercer día consecutivo, pese a los llamados a la paz de la comunidad internacional.
Al menos 40 militares de ambos bandos y seis civiles murieron desde la reanudación el viernes por la noche de las hostilidades, las más sangrientas desde el alto el fuego instaurado entre los dos países en 1994. Además, unos 200 militares han resultado heridos.
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Este conflicto, cuyo origen remonta a varios siglos, se cristalizó durante la época soviética cuando Moscú atribuyó este territorio mayoritariamente armenio a la República de Azerbaiyán.
Además tiene como escenario una región del Cáucaso estratégica para el transporte de hidrocarburos, y cerca de Irán, Turquía y a las puertas de Oriente Medio.
La escalada militar se produce en momentos en que Rusia, que mantiene buenas relaciones con Armenia, y Turquía, tradicional aliado de Azerbaiyán, atraviesan una grave crisis diplomática debido a la guerra en Siria.
Esta región pasó bajo control de las fuerzas separatistas proarmenias tras una guerra entre 1988 y 1994 que cobró 30.000 vidas y dejó centenares de miles de refugiados, principalmente azerbaiyanos.
Pese a la vigencia desde 1994 de un alto el fuego, nunca se ha firmado un acuerdo de paz definitivo, y tras varios años de calma relativa, en los últimos meses se ha producido una escalada de la violencia, hasta el punto de que Ereván aseguró en diciembre que se había vuelto a la "guerra".
Lucha persiste. En el terreno militar, los tres soldados azerbaiyanos murieron "por disparos de mortero y lanzagranadas desde las barricadas", ocupadas por las fuerzas armenias, indicó el Ministerio de Defensa.
"Si continúan las provocaciones armenias, lanzaremos una gran operación a lo largo de la línea de frente y utilizaremos todas nuestras armas", dijo a la prensa el portavoz del ministerio, Vagif Dargahly.
Por su parte, el ministerio de Defensa de la región separatista, apoyado por Armenia, dijo que las tropas de Azerbaiyán "intensificaron el lunes sus bombardeos sobre las posiciones del Ejército en Karabaj, utilizando morteros de 152 mm, lanzacohetes y carros".
Las fuerzas armenias "avanzaron mucho en algunas zonas del frente y tomaron nuevas posiciones", declaró el portavoz del Ministerio armenio de Defensa, Artsrun Hovhannisyan.
Sin embargo, Azerbaiyán dijo que estas declaraciones eran "falsas" y asegura controlar desde el sábado todas las colinas estratégicas de Nagorno Karabaj.
Rusia y Occidente pidieron a Azerbaiyán y a Armenia el cese de los combates.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerrry, analizaron la situación en una conversación telefónica.
Azerbaiyán, rico en petróleo y cuyo solo presupuesto de defensa es a veces más importante que el presupuesto total de Armenia, amenaza regularmente con retomar por la fuerza la región separatista.
Este lunes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que la región volverá "un día" a pertenecer a Bakú.
Erdogan, cuyo país no tiene relaciones diplomáticas con Armenia por los desacuerdos en torno a la masacre de armenios durante el Imperio otomano en 1915, volvió a expresar su apoyo a Azerbaiyán.
El presidente turco reiteró sus "condolencias" para las familias de los "mártires" y dijo que esta opresión "no va a seguir eternamente".
Los azerbaiyanos son, cultural y lingüísticamente, muy cercanos a los turcos