Moscú
La comisión electoral rusa informó este martes al opositor Alexéi Navalny de que no podrá presentarse a elecciones hasta el 2028 por culpa de su pasado judicial, enfriando una vez más su esperanza de desafiar a Vladimir Putin en los comicios presidenciales del próximo marzo.
El opositor, de 41 años, quien saldrá este domingo de la cárcel, había hecho campaña en toda Rusia en los últimos meses a pesar de las repetidas advertencias de las autoridades respecto a la imposibilidad de presentar su aspiración.
La presidenta de la comisión electoral, Ella Pamfilova, se mostró aún más precisa este martes al postergar cualquier ambición presidencial de Navalny hasta dentro de más de una década, cuando se cumpla la pena que le impide presentarse y esta se tache de su historial judicial.
"Cuando se cumpla ese plazo, hacia el 2028 más cinco meses, podrá ser plenamente candidato (...) Tiene toda la vida por delante", declaró Pamfilova, citada por las agencias de prensa rusas.
En junio, la comisión electoral ya había explicado que el opositor no podría presentarse debido a su condena a cinco años de cárcel en suspenso por malversación en una compañía de explotación forestal, en un caso que se remontaba al 2009.
El opositor, quien cumple actualmente su tercera pena de cárcel del año, asegura que tiene derecho a presentarse, puesto que la Constitución rusa determina que cualquier persona puede ser candidata siempre y cuando no esté en detención.
"Es mentira", dijo este martes Pamfilova basando su declaración en la ley electoral.
Maniobra política. Navalny, un abogado conocido por sus investigaciones sobre la corrupción de las élites rusas, siempre ha denunciado una acusación "fabricada" con "evidentes motivos políticos", cuyo único fin es impedirle presentarse contra Vladimir Putin, en el poder desde 1999.
Aunque todavía no se ha declarado oficialmente, el presidente ruso, de 65 años, debería obtener un cuarto mandato que le permitiría seguir al frente del país hasta el 2024.
El opositor también rechaza una condena a tres años y medio de cárcel con suspensión de pena que se le impuso en diciembre del 2014, por lavado de dinero y fraude en un caso relacionado con su trabajo para la compañía francesa de cosméticos Yves Rocher. Su hermano Oleg fue condenado a la misma pena que él pero firme.
La Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) le dio en parte razón este martes al considerar que esa condena fue "arbitraria y manifiestamente irrazonable".