París
La derecha francesa elegirá este domingo a su candidato a las presidenciales del 2017, en unas primarias en el que el ex primer ministro François Fillon, con su plan de choque liberal, lidera la contienda frente a Alain Juppé, más moderado.
Frente a una izquierda gobernante impopular y dividida, el vencedor de estos comicios tiene grandes posibilidades de convertirse en presidente de Francia en mayo próximo tras un duelo final con la líder de la extrema derecha Marine Le Pen.
La primera ronda de estas primarias inéditas en la historia de la derecha francesa, inspiradas en las de Estados Unidos, movilizó el pasado domingo a más de cuatro millones de electores, una cifra superior a las expectativas.
François Fillon, de 62 años, quien fue el primer ministro del expresidente Nicolas Sarkozy durante cinco años (2007-2012), dio la sorpresa en la primera ronda, imponiéndose con 44% de los votos, 16 puntos por delante de Juppé, quien encabezó los sondeos durante meses.
Sarkozy, quien buscaba un segundo mandato tras su derrota en las presidenciales del 2012 frente al socialista François Hollande, quedó eliminado en la primera vuelta, superado por su discreto ex primer ministro, a quien solía llamar Mr. Nobody.
Pese a sus diferencias personales, el exmandatario anunció su apoyo a Fillon, con quien comparte posiciones políticas "más próximas", mermando las posibilidades de Juppé, de 71 años, quien fue también su ministro.
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Los últimos sondeos auguran la victoria de Fillon con 65% de los votos frente a 35% para Juppé, en la segunda y definitiva vuelta del domingo.
Propuestas
François Fillon, con un programa que combina un enfoque liberal en lo económico y conservador en lo social, se presenta como el único candidato capaz de reformar Francia.
El programa de este abogado admirador de Margaret Thatcher, es más radical que el de su contrincante. Propone recortar el gasto público en 100.000 millones de euros, suprimir 500.000 puestos de funcionarios y eliminar una de las leyes más emblemáticas de la izquierda socialista francesa: la semana laboral de 35 horas.
Sobre los temas de sociedad, Fillon, un católico devoto, padre de cinco hijos, propone reservar la adopción plena a las parejas heterosexuales. Se posiciona también a favor de una alianza con Rusia para erradicar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Juppé, ex primer ministro del expresidente Jacques Chirac (1995-1997) y cinco veces ministro, es también un liberal en el plano económico.
El alcalde de Burdeos defiende la supresión de 250.000 puestos públicos, entre 85.000 a 100.000 millones de euros de recortes en el gasto público y fin de la semana laboral de 35 horas.
Sin embargo, al contrario de su rival, que promete cambios profundos en los primeros tres meses de su mandato, Juppé promete reformas "progresivas".
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Asimismo, critica la visión "extremadamente tradicionalista" de la sociedad de su rival y mantiene una posición crítica con el Kremlin.
La participación en la segunda vuelta de estos comicios abiertos a todos los franceses con derecho a voto será la gran incógnita del domingo.
En la primera ronda, unos 600.000 electores de izquierda acudieron a las urnas con el objetivo principal de descartar de la carrera al Elíseo a Sarkozy. Una vez logrado su objetivo, muchos podrían quedarse en sus casas.
Los territorios de ultramar comenzarán a votar el sábado y los franceses en el extranjero podrán votar por vía electrónica.
En Francia metropolitana los centros electorales abrirán el domingo a las 7 a. m. y cerrarán a las 6 p. m. (hora local).