París
El centrista proeuropeo Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen cruzaron este miércoles fuertes acusaciones durante un cara a cara previo a las elecciones presidenciales en el que quedaron reflejadas sus visiones antagónicas sobre economía, lucha antiterrorista e integración europea.
"Su estrategia es decir mentiras, usted no propone nada", le dijo Macron, exministro de Economía de 39 años, a Le Pen, en un debate seguido en directo por millones de franceses. "Usted es el candidato del sistema y las élites", le respondió la líder antiinmigración.
"El señor Macron es el candidato de la mundialización salvaje, de la precariedad, de la guerra de todos contra todos", enumeró Le Pen, de 48 años, que abrió el debate con un ataque frontal que marcó el tono del resto del duelo.
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El intercambio entre los dos aspirantes al Elíseo prosiguió con el tema del terrorismo y la seguridad. La líder de extrema derecha acusó a Macron de ser "indulgente" con el fundamentalismo islámico tras la ola de ataques mortíferos que se abatió contra Francia en los últimos dos años.
"Seré inflexible y llevaré la lucha a todos los terrenos, pero la trampa que nos están tendiendo, es la que usted trae, la guerra civil", replicó un incisivo pero tranquilo Macron.
A cuatro días de los comicios, esta cita fue una oportunidad para Macron y Le Pen de confrontar sus proyectos radicalmente antagónicos con los que pretenden enderezar una Francia en crisis frente a la mundialización.
Después de 10 días de una campaña despiadada, Macron sigue liderando cómodamente los sondeos, con alrededor del 60% de la intención de voto, aunque ha perdido puntos desde la primera ronda, el 23 de abril.
Los dos aspirantes buscan seducir a los indecisos y convencer a los abstencionistas de ir a votar el domingo.
Según las encuestas, 20% de los franceses aún no han decidido su voto y 30% podrían abstenerse (un 10% más que en 2012).
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La derrota del conservador François Fillon y del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que cosecharon cada uno cerca del 20% de los votos en la primera ronda, dejó un sabor amargo entre una parte de los franceses que se niega a escoger entre Macron y Le Pen.
Frente a una candidata que no tiene nada que perder, Macron, un exbanquero que se somete por primera vez al veredicto de las urnas, se mostró combativo para demostrar que el programa de su rival es "peligroso" para Francia.
Macron trató de señalar "la fragilidad" del programa de la líder ultraderechista, sobre todo en cuanto a su política económica proteccionista y su promesa de abandonar el euro, aunque en los últimos días ya no aparece como una de las prioridades de Le Pen.
"El euro es la moneda de los banqueros, no es la moneda del pueblo", "es la razón por la cual debemos salir de esta moneda", afirmó Le Pen, defendiendo su proyecto de pasar de una moneda única europea a una moneda nacional.
"Las grandes empresas no podrán pagar en euros de un lado y del otro en francos a sus empleados". "íNo tiene sentido!", sentenció Macron, un fiel defensor de la Unión Europea, que contempla una zona euro con presupuesto propio y un ministro de Finanzas.
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Cualquiera que sea el resultado, este debate marcó un nuevo paso en la integración del ultraderechista Frente Nacional (FN) en la política francesa, con la primera participación de un candidato de esta formación en este ritual francés de las dos vueltas.
En 2002, el candidato conservador Jacques Chirac se negó a enfrentarse en televisión a Jean-Marie Le Pen, el padre de la actual candidata y cofundador del FN, cuyo pase a la segunda vuelta provocó un verdadero sismo político.
Pero Macron aceptó el duelo televisivo. "No debatir con su enemigo sería un error", dijo el político que podría convertirse el 7 de mayo en el presidente más joven de la historia de Francia.
"Es un debate muy particular", destacó el presidente saliente François Hollande. "Es el primero entre un candidato que representa a toda la República y a una candidata de la extrema derecha", señaló el mandatario, que ha multiplicado los llamados para derrotar a Le Pen.