Solingen. La fiscalía de Alemania ordenó el domingo la detención preventiva de un ciudadano sirio por el letal ataque con puñal ocurrido el viernes por la noche en Solingen, un acto reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que conmocionó al país y avivó el debate político.
El grupo EI reivindicó la autoría del ataque, afirmando que su objetivo era “vengar a los musulmanes de Palestina y de todas partes”, según un comunicado difundido por su organismo de propaganda, Amaq.
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El sospechoso, identificado como “el ciudadano sirio Issa Al H.”, permanecerá detenido por “fuertes sospechas de pertenencia a un grupo terrorista en el extranjero”, así como por “asesinato” e “intento de asesinato”, declaró la fiscalía federal de Karlsruhe, en el suroeste del país, encargada de las cuestiones de lucha antiterrorista.
Tras un día prófugo, este individuo de 26 años se entregó el sábado por la noche a las autoridades y declaró, según la policía, “ser responsable del ataque” que dejó tres muertos y ocho heridos el viernes por la noche en una fiesta municipal en Solingen, una ciudad en el oeste del país.
El jefe de gobierno Olaf Scholz visitará Solingen el lunes por la mañana, donde continúan los homenajes a las víctimas. Ramos de flores, velas y mensajes llenan las calles cercanas al lugar de los hechos.
Varios medios de comunicación alemanes indicaron que el sospechoso, quien llegó al país a finales de diciembre de 2022, estaba sujeto a una orden de expulsión a Bulgaria, país de la Unión Europea donde se registró su llegada y donde debería haber solicitado asilo según las normas comunitarias.
El vicejefe del gobierno alemán, Robert Habeck, indicó que el sospechoso no figuraba en las listas de extremistas islamistas considerados peligrosos por los servicios de seguridad.
Hombre atacó a sus víctimas por el cuello
Los fallecidos en el ataque son dos hombres de 56 y 67 años, y una mujer de 56 años. Además, ocho personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad. “Fueron ataques dirigidos al cuello de las víctimas”, según informó la policía.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, visitó el sábado Solingen y pidió a los alemanes “permanecer unidos”, condenando a “quienes quieren sembrar odio”. Sin embargo, el debate político se avivó rápidamente a una semana de las elecciones regionales clave en el este del país, donde el partido de extrema derecha AfD aventaja ampliamente a los partidos gubernamentales en las encuestas.
Robert Habeck propuso el domingo endurecer las leyes sobre el porte de armas, declarando en rueda de prensa que “nadie en Alemania necesita armas blancas en público. Esto no es la Edad Media”. Sin embargo, Friedrich Merz, líder de los conservadores de la CDU, consideró la medida insuficiente. “El problema no son los cuchillos, sino las personas que los portan”, afirmó, instando al gobierno a “dejar de acoger refugiados” de “Siria y Afganistán”.
La formación AfD atribuyó el ataque a supuestas deficiencias en la política de seguridad regional y federal. El domingo por la tarde, está prevista una manifestación de la Alternativa Joven para Alemania, las juventudes del partido, cerca del lugar del ataque, bajo el lema “la remigración salva vidas”.
Varios cargos electos del partido apoyan esta ambición de expulsión masiva de extranjeros. También se esperan protestas contra la extrema derecha en la ciudad.