Baghuz. Las fuerzas apoyadas por Estados Unidos declararon el sábado la victoria militar sobre el grupo Estado Islámico en Siria, después de liberar el último reducto del territorio que ocupaban los milicianos, marcando el fin de un brutal y autodenominado califato que el grupo se forjó en gran parte de Irak y Siria en el 2014.
La guerra de casi cinco años, que ha devastado ciudades y pueblos del norte de Siria e Irak, terminó en Baghuz, una pequeña aldea fronteriza en el este de Siria, donde los acorralados combatientes islámicos resistieron por última vez, bajo un duro asedio que duró semanas de parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) encabezadas por combatientes kurdos.
Miles de personas huyeron del territorio y cientos murieron.
El sábado, las FDS levantaron su brillante bandera amarilla sobre una casa en la que los milicianos izaron una vez su famosa bandera negra. Debajo se extendía un campo destrozado por la batalla, sembrado de trincheras y cráteres de bombas y lleno de carpas quemadas, restos retorcidos de vehículos quemados, explosivos no utilizados y unos pocos cadáveres.
“Baghuz es libre y se ha logrado la victoria militar contra Daesh ”, tuiteó Mustafa Bali, un portavoz de las FDS, en referencia al grupo por su acrónimo en árabe.
La recuperación de Baghuz marca el fin del proto-Estado insurgente, que en su momento cumbre abarcó grandes partes de Siria e Irak, pero ISIS mantiene una dispersa presencia y células durmientes de combatientes en esos mismos dos países.
Las filiales del Estado Islámico en la Península del Sinaí en Egipto, Afganistán y otros países siguen siendo una amenaza, y la ideología del grupo extremista ha inspirado los llamados ataques de lobos solitarios que tienen poca o ninguna conexión con los líderes del grupo.
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La campaña para recuperar el territorio de parte de Estados Unidos y sus aliados se ha extendido por cinco años y dos presidencias estadounidenses, ha arrojado más de 100.000 bombas y cobrado la vida de una enorme cantidad de combatientes y civiles.
Pero el anuncio del fin de semana, a través de un tuit, resultó decepcionante, y en tierra continúan enfrentamientos de forma esporádica. Un día antes, el presidente Donald Trump declaró que los combatientes del Estado Islámico ya no controlan ningún territorio en Siria, aunque la Casa Blanca reconoció que continúan los combates terrestres esporádicos y la resistencia del grupo.
Periodistas de The Associated Press en Baghuz reportaron el sábado haber escuchado disparos de morteros y de otros tipos contra un risco que da al poblado, donde la coalición encabezada por Estados Unidos realizó bombardeos aéreos un día antes.
El portavoz de las FDS, Kino Gabriel, informó el viernes a la AP que varios combatientes del Estado Islámico se encuentran ocultos en cuevas cerca de Baghuz y que continúan las operaciones de despeje de zonas.
Inicia una “nueva fase” en el combate contra el Estado Islámico
La caída del “califato” de la organización Estado Islámico supone el inicio de una nueva etapa operativa que tendrá como objetivo acabar con las células durmientes de los yihadistas, dijo el sábado el comandante supremo kurdo.
“Anunciamos a la opinión pública mundial el inicio de una nueva fase en la lucha contra los terroristas”, dijo Said Mazlum Kobane, máximo responsable militar de las FDS.
En una ceremonia en el este de Siria para anunciar el fin del “califato”, el emisario estadounidense para la coalición internacional anti-EI liderada por Estados Unidos, William Roebuck, habló por su parte de una “etapa crucial” en la lucha contra la organización yihadista.
Las futuras operaciones militares buscarán acabar con esas células durmientes que “son una gran amenaza para nuestra región y el mundo entero”, añadió el comandante kurdo, en el campo petrolero de Al Omar.
“Esta etapa crucial de la lucha contra EI (...) subraya el compromiso indefectible de nuestros aliados locales y de la coalición internacional para derrotar al EI”, sostuvo por su lado Roebuck.
Kobane reclamó ahora “diálogo” al gobierno sirio, presidido por Bashir al Asad.
“Llamamos al gobierno central de Damasco a priorizar el proceso del diálogo”, dijo Mazlum Kobane.
El lunes, el ministro sirio de Defensa, Ali Abdala Ayub, avisó que el ejército sirio recuperará las zonas controladas por los kurdos “por la fuerza” o mediante “un acuerdo de reconciliación”.