Bogotá. El gobierno colombiano ordenó este miércoles el cierre de sus fronteras terrestres y fluviales hasta el viernes para evitar cualquier inconveniente debido a la huelga nacional convocada por las centrales obreras, educadores y estudiantes en rechazo a las medidas económicas del presiente Iván Duque.
El director de Migración Colombia, Christian Kruger, señaló en conferencia de prensa desde la ciudad fronteriza de Cúcuta que el cierre de las fronteras con Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela se está cumpliendo con absoluta normalidad.
“Por orden del presidente Iván Duque se tomó la decisión de cerrar las fronteras... con el ánimo de garantizar a todas las personas que van a salir a marchar, para que puedan hacerlo de manera pacífica”, agregó Kruger.
El funcionario destacó que en los últimos 10 días fueron expulsados del país 24 extranjeros, la mayoría venezolanos, “que han querido afectar la tranquilidad, el orden público en nuestro país y seguiremos trabajando con las autoridades policiales para garantizar el orden y la seguridad”. Además, indicó que cualquier extranjero que sea detectado alterando el orden público quedará bajo la orden de la Fiscalía General y de migración para ser expulsado.
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El presidente de la Confederación General del Trabajo, Julio Roberto Gómez, dijo en una entrevista en su despacho con The Associated Press que la del jueves será una jornada nacional de protesta de la que también participarán indígenas y campesinos en rechazo a las medidas que ha tomado el gobierno de Duque, como la creación de nuevos impuestos.
“No se trata de una jornada para desestabilizar el Estado de derecho en Colombia... Consideramos que esta jornada nacional de protesta es para llamar la atención del gobierno y de la clase dirigente del país para ver en qué forma mejoramos una nueva política de empleo, el deterioro de un gran sector de la salud y mejor apoyo a campesinos y la gente del común”, manifestó Gómez.
El líder sindical no estuvo de acuerdo con el cierre de las fronteras. “Me parece que se está generando una situación de miedo, de terror, y eso no es cierto. Esta no es la primera vez que se hace una movilización a nivel nacional y esperamos que asistan millones de personas. Me parece que se extreman medidas frente a una jornada de protestas que esperamos que sea normal y pacífica”.
Gómez señaló que las autoridades colombianas deben hacer es aumentar la vigilancia en diferentes parte del país para evitar que extranjeros “traten de generar caos en nuestro país. La movilización tiene objetivos claramente definidos y esto no es un estado de guerra ni mucho menos”.
En diferentes zonas de Bogotá los dueños de negocios y los bancos colocaron maderas en sus ventanales y puertas para evitar que los vándalos las destruyan, como ha ocurrido en anteriores protestas.
Desde el domingo, el gobierno dispuso el acuartelamiento de más de 450.000 miembros de las fuerzas militares en todo el país y la Fiscalía General aumentó la cantidad de fiscales para judicializar a los que participen en desórdenes.