Colombo. Antes que las autoridades de Sri Lanka los acusara de los atentados del domingo de Pascuas que dejaron casi 300 muertos, la principal “hazaña” cometida por el grupo islamista local National Thowheeth Jama’ath (NTJ) fue atacar estatuas budistas.
Pasar de la lucha contra los monjes budistas radicales a los espectaculares ataques kamikazes contra los hoteles de lujo y las iglesias de la minoría cristiana el día en que celebraban la misa de Pascua, constituye un repentino aumento de poder para este grupo extremista poco conocido.
En la primera fase de la investigación, las autoridades de Sri Lanka arrestaron a 24 personas por estos atentados con bomba, que todavía no han sido reivindicados.
Colombo atribuyó al NTJ los violentos ataques que asolaron esta isla del sureste asiático y trata de determinar si recibieron algún tipo de apoyo desde el exterior. “Nos cuesta entender cómo una pequeña organización en este país puede hacer todo eso”, declaró el portavoz del gobierno.
Soufan Center, un centro de estudio de las amenazas a la seguridad mundial con sede en Nueva York, cree que la planificación y minuciosa coordinación de los ataques en Sri Lanka tiene similitudes con “los ataques de grupos salafistas yihadistas, particularmente aquellos donde los grupos locales recibieron una ayuda extranjera”.
El centro establece paralelismos con los atentados de la víspera de Navidad en el 2000 en Indonesia, perpetrados por un movimiento extremista local en coordinación con Al Qaida, así como con los atentados suicidas del 2005 en los hoteles de la capital de Jordania, Amán.
"Estos ataques son concebidos para aumentar las tensiones comunitarias y desestabilizar los gobiernos de los países donde tienen lugar", subrayó el Soufan Center.
Islamismo en el sureste de Asia
Las dos principales organizaciones yihadistas internacionales, Al Qaida y el grupo Estado Islámico, intentan desde hace varios años reclutar en comunidades musulmanas del subcontinente indio. Su propaganda insiste en las persecuciones de las cuales son víctimas los musulmanes de la región, según afirman.
El NTJ se dio a conocer por primera vez en Sri Lanka cuando sus miembros atacaron estatuas budistas en diciembre, una acción que conmocionó a la mayoría budista de este país.
Abdul Razik, uno de los responsables del NTJ, ha sido detenido varias veces por incitación al odio religioso.
En enero, la Policía de Sri Lanka se incautó de 100 kilos de poderosos explosivos en un escondite y arrestó a cuatro islamistas extremistas, pero ningún grupo fue acusado.
Ahora, en Sri Lanka crece la polémica sobre el hecho si las autoridades habían tomado medidas de seguridad adecuadas antes de los atentados del domingo.
Hace 10 días, la policía de Sri Lanka emitió una advertencia diciendo que el grupo estaba preparando ataques contra iglesias de la minoría cristiana y la embajada de India en Colombo.
Esta alerta se basó en un señalamiento de "una agencia de inteligencia extranjera", según el documento consultado por la AFP.